EFE) - Un conductor de 22 años fue arrestado en la ciudad brasileña de Sao Paulo, acusado de haber violado a siete jóvenes poco después de haber asesinado a puñaladas a su madre y a su padrastro, informaron hoy fuentes oficiales.
Los crímenes ocurrieron entre la noche del viernes y la madrugada del sábado en Ciudad Tiradentes, una barriada en la zona este de la mayor ciudad brasileña, según el boletín de la secretaría de Seguridad Pública de Sao Paulo.
Otras cuatro adolescentes de entre 13 y 19 años acudieron a la misma comisaría para denunciar que habían sido víctimas de violación y terminaron identificando al conductor como el responsable por los asaltos sexuales, en tanto que el acusado admitió haber violado a una séptima víctima, cuya identidad se desconoce y que al parecer se abstuvo de presentar queja.El conductor, identificado como Renato Antonio da Silva, fue detenido en la mañana del sábado por su actitud sospechosa, portando una arma sin registro y cuando estaba en un vehículo acompañado por dos jóvenes, de 12 y 16 años, que dijeron haber sido violadas por el detenido.
En medio de las investigaciones y con el acusado detenido, la Policía fue informada en la mañana del sábado del hallazgo en la residencia del conductor de los cuerpos de su madre, Silvana da Silva, de 46 años; y de su padrastro, el sargento retirado de la Policía Jailson da Silva, de 55 años.
Los cuerpos fueron hallados en habitaciones diferentes de la vivienda, el del padrastro con marcas de 37 cuchilladas y el de la madre con marcas de cuatro ataques con arma blanca.
Aunque inicialmente negó los crímenes, el conductor, según la Policía, terminó confesando que mató a sus padres tras haber consumido cocaína y sin saber las razones de sus actos.
A las dos primeras víctimas las llevó a un motel amenazándolas con la pistola y después hasta su propia residencia, en donde una de las jóvenes dijo haber visto un cuerpo tendido en el piso.Agregó que tras los homicidios, se apoderó de una pistola que era guardada por el padrastro y salió en el vehículo de la víctima, en el que recogió por el camino a diferentes jóvenes a las que les ofreció transportarlas hasta una fiesta y que terminó violando.
Las otras víctimas de violación igualmente fueron conducidas bajo amenazas a la residencia del agresor, en donde fueron víctimas del asalto sexual.
La joven con la que el agresor tiene una relación sentimental de cinco años lo definió como alguien muy cariñoso con sus padres, aunque muy impulsivo.
De acuerdo con la policía, el acusado intentó suicidarse en la celda en la que estaba recluido, mientras se determinaba su traslado a una prisión, pero fue impedido por uno de los agentes.
