La OPEP decidió el pasado jueves no recortar su producción diaria de petróleo, que asciende a 30 millones de barriles. Según muchos analistas, el objetivo del cartel es mantener la abundante oferta global para que el precio del crudo caiga hasta parar las inversiones en la producción no convencional de EE UU, que se ha convertido en su principal competidor internacional. Y, en efecto, el mercado está reaccionando en este sentido: el precio del crudo Brent, referencia para Europa, se ha reducido hasta los 67,92 dólares, el valor más bajo en más de cinco años. De momento, sin embargo, los más afectados por esta caída son los propios miembros de la organización y Rusia, cuya moneda, el rublo, sigue depreciándose.
A la bajada del Brent, que este lunes ha caído a su mínimo desde octubre de 2009, se ha añadido la del barril Texas, de referencia en Estados Unidos, cuyo coste se ha reducido hasta los 64,10 dólares. Su valor, así como el del Brent, disminuyó un 18% en noviembre.
Las demás materias primas han sufrido las consecuencias de esta caída. El oro cotiza este lunes a 1.163 dólares por onza, cuatro menos que el pasado viernes, aunque haya alcanzado un mínimo de 1.142 dólares; el valor de la plata ha disminuido desde los 15,30 hasta los 14,86 dólares por onza; el cobre, por su parte, vale 282 dolares, el precio más bajo desde 2010.
La caída del petróleo ha repercutido en las divisas de los países exportadores. El rublo ha perdido un 2.5% de su valor respecto al dólar, y ha tocado los 51,66 dólares, un nuevo mínimo histórico. También la divisa nigeriana, el naira, y los bonos venezolanos, siguen a la baja tras las perdidas acumuladas la semana pasada. Irak, el segundo productor de la OPEP, ha corregido a la baja sus previsiones por lo que respecta el déficit público de 2015.
"Es muy probable que esta presión en los precios siga hasta que no haya algún cierre [de proyectos en EE UU]", ha declarado a Bloomberg Michael McCarthy, analista de la consultora CMC, con sede en Sydney, aunque el ministro de Petróleo iraní, Bijan Namdar Zanganeh, subrayó el viernes pasado que los precios actuales no garantizan que se produzca un declive significativo de la producción estadounidense. Según las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía, las extracciones en el yacimiento de Bakken, en Dakota del Norte serán rentables hasta que el precio del crudo siga por encima de los 42 dólares.
China, mientras tanto, está aprovechando los precios bajos para incrementar sus reservas de crudo. Según la consultora inglesaEnergy Aspect, en 2015 sus importaciones podrían aumentar en 700.000 barriles al día. EL PAIS