La India y Sri Lanka recordaron este viernes 26 de diciembre a los más de 45.000 fallecidos y 11.000 desaparecidos del tsunami que hace diez años arrasó sus costas con ofrendas en el mar, banderas negras o un viaje especial del tren en que murieron 1.700 personas arrastradas por la ola
gigante.
Los principales actos en la India, donde hubo 10.273 fallecidos y 5.823 desaparecidos según datos oficiales, se celebraron en el estado sureño de Tamil Nadu, el más azotado por el tsunami del 26 de diciembre de 2004, informó la agencia local PTI.
Asociaciones de pescadores convocaron actos en una jornada en que los barcos no salieron al mar en señal de luto y en la que familiares de las víctimas arrojaron leche al océano como ofrenda en Chennai, capital del estado.
Una misa en Idinthakarai, en la zona costera, con población cristiana, un minuto de silencio en Nagapattinam, carteles con fotos de los muertos y desaparecidos, ofrendas con coronas de flores y velas, y procesiones silenciosas en Velankanni o Puducherry recordaron a las víctimas.
Pattinacherry, Karaikalmedu, Kottucherrymedu y otros pueblos costeros instalaron banderas negras en señal de luto, en una jornada en la que el Gobierno indio no convocó actos especiales de recuerdo.
El Gobierno ceilandés eligió este año como lema "Sri Lanka Segura, unámonos para erradicar desastres" en el Día Nacional de la Seguridad que desde 2006 organiza cada 26 de diciembre, en un país en que 35.322 personas murieron y unas 5.000 desaparecieron, de acuerdo con datos oficiales.
Alrededor de 1.700 de los fallecidos viajaban en el Ocean Queen Express, un tren que arrastró el tsunami cuando circulaba entre Colombo y Peraliya, en el suroeste de esta isla del Índico, y que con motivo del décimo aniversario del desastre realizó un viaje especial, según medios locales.
El tren, del que fueron reconstruidos la locomotora y dos vagones, partió ayer de Colombo, la ciudad más poblada y capital económica del país, para llegar hoy al lugar en que fue arrastrado por la fuerza de las aguas del mar.
La ola gigante que originó un terremoto de 9,1 grados en la isla indonesia de Sumatra hace diez años llevó la devastación a trece de los catorce distritos costeros de Sri Lanka y a los estados más al sur de la india, en Kerala, Tamil Nadu y Andra Pradesh.
La India y Sri Lanka han logrado borrar muchas de las graves heridas que dejó el tsunami en sus costas, e incluso en el continente sirvió para rescatar a las zonas afectadas de su atraso, pero los supervivientes viven aún con el miedo a otra gran ola.
El terremoto y el tsunami fueron los más fuertes en 40 años y llegaron a desplazar físicamente tanto a la India como a Sri Lanka, obligando a dibujar de nuevo los mapas tras dejar escenas dantescas no solo en aldeas pesqueras sino en grandes ciudades como la ceilandesa Colombo, que tuvo que ser evacuada.
La ONU desarrolló tras la catástrofe un sistema de alerta que en 2004 no existía y desde 2011 se emiten boletines en coordinación con países como Indonesia y Australia.
EFE