Australia alertó este lunes de la amenaza que supone el ciberespionaje tras el supuesto robo a Estados Unidos de información sobre la última generación de aviones de guerra australianos por parte de agentes chinos.
“Esto pone de relieve los retos de los ataque cibernéticos, por supuesto, pero confío en que Estados Unidos haya tomado las medidas para asegurarse de que se proteja su propiedad intelectual”, dijo la ministra de Exteriores, Julie Bishop, a Sky News.
Documentos confidenciales revelados por Edward Snowden, excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, a la revista alemana Der Spiegel señalan que agentes chinos robaron una gran cantidad de información técnica sensible vinculada con la construcción de los aviones F-35.
Bishop minimizó la importancia del material robado al afirmar que es “bastante antiguo” y “refleja una situación del pasado”.
El Gobierno del primer ministro australiano, Tony Abbott, quiere adquirir al menos 72 de esos aviones de quinta generación, según el diario “The Australian”EFE
