(Bruselas, 19 de enero. Reuters).- Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea dijeron el lunes que no hay razones para levantar las sanciones económicas impuestas a Rusia, a pesar de las propuestas conciliadoras de la jefa de Política Exterior del bloque, justo ahora que se intensifica la violencia en Ucrania.
Federica Mogherini sugirió en un memorando confidencial al que tuvo acceso Reuters que los gobiernos de la UE podrían comenzar a hablar de nuevo con Rusia sobre diplomacia global, comercio y otros asuntos si Moscú cumple el acuerdo de paz firmado en Minsk y pone fin al conflicto separatista.
“A la luz de los actuales hechos en el este de Ucrania, nadie piensa en suavizar las sanciones”, dijo el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, a los periodistas tras reunirse con sus homólogos europeos.
Ante el estancamiento en el reinicio de las conversaciones de paz, los rebeldes prorrusos incrementaron los ataques durante la pasada semana. El lunes hubo cruentos combates en los alrededores del aeropuerto de Donetsk.
Las propuestas de Mogherini fueron recibidas con suspicacia por algunos países de la UE, que temen que el presidente ruso, Vladimir Putin, reciba la impresión de que la resolución europea se está debilitando.
“No creo que debamos pensar ahora en cómo reconectar. Es Rusia la que debería pensar ahora en cómo reconectar”, dijo la canciller lituana, Linas Linkevicius, a la prensa.
Mogherini negó que la UE esté estudiando dar un giro a su política hacia Rusia.
“No hay una normalización, ni una ‘vuelta a los negocios’ de ninguna manera. Hay una reflexión sobre cómo usar de la mejor manera nuestras herramientas”, afirmó en una rueda de prensa.
Las relaciones de la UE con Rusia solo pueden cambiar si se cumplen los acuerdos del alto de fuego de Minsk y “los últimos hechos sobre el terreno definitivamente no son alentadores, más bien lo contrario”, agregó.
La UE se unió a Estados Unidos en la imposición de duras sanciones a Rusia por su supuesto apoyo a los rebeldes en Ucrania, pero los 28 estados miembros del bloque varían en su entusiasmo por las medidas.