¿Qué distancia hay entre la Casa Blanca y la nueva planta solar de la empresa española Abengoa en el desierto de Mojave? Exactamente 52 palabras, las que pronunció el presidente Barack Obama en su reciente discurso del estado de la Unión: “Confiamos en nuestra capacidad de reducir nuestra dependencia del petróleo extranjero y proteger nuestro planeta. Estados Unidos es hoy el número uno en petróleo y gas. Somos el número uno en energía eólica. Cada tres semanas introducimos en las redes la misma cantidad de energía solar que en todo el año 2008”. Esa independencia energética de la que alardea la primera economía del planeta tiene muchos nombres y apellidos. Uno de ellos es español.
Abengoa celebró el viernes la inauguración de Mojave Solar, la segunda mayor planta mundial de tecnología cilindro parabolica, con una inversión de 1.600 millones de dólares (1.430 millones de euros al cambio actual) y ocho años de trabajo. Desde las polvorientas planicies del desierto californiano, cerca de Barstow, a dos horas en coche de Los Ángeles, los más de seis millones de metros cuadrados de campo solar, los 2.200 colectores de espejos y los 1,5 millones de metros cuadrados de superficie reflectante producen electricidad para 90.000 hogares.
Mojave Solar, que comenzó su actividad en diciembre de 2014, tiene una capacidad bruta de 280 MW. La planta evita la emisión de unas 223.000 toneladas de CO2 anuales a la atmósfera. “Es nuestra manera de contribuir al objetivo marcado por el Estado de California de lograr el 50% de la producción total de electricidad a partir de fuentes renovables en los próximos años”, explicó Zuluaga.“Este es un nuevo paso para Abengoa, que lleva treinta años de éxito en este país. También es una prueba de nuestro compromiso con el desafío que supone el cambio climático y el trabajo por hacer un mundo algo mejor”, declaró a Armando Zuluaga, consejero delegado de Abengoa Solar desde enero de 2014, bajo una carpa instalada no muy lejos de las turbinas de la instalación, donde el vapor de agua se disipaba en el aire.
El complejo suministra electricidad a Pacific Gas & Electric Company (PG&E) en virtud de un acuerdo para los próximos 25 años. “Cuando en 2007 vinieron a vernos a San Francisco, les preguntamos: ¿quién es Abengoa? ¿pero qué hacen aquí? Hoy sabemos quién es Abengoa, una compañía muy especial. California necesita empresas como ella”, proclamó Fong Wan, vicepresidente de PG&E.
De los 1.600 millones de dólares de inversión total, 1.200 procedieron de un préstamo federal garantizado por el Departamento de Energía de Estados Unidos. El 80% de los equipos de la planta proceden de más de un centenar de compañías del país, lo que, unido a los ingresos fiscales que genera su actividad, aumentó el atractivo del proyecto para las autoridades federales.A su lado, Matthew Nelson, del Departamento de Energía del Gobierno federal de EE UU, destacó la importancia de sociedades como la española en los objetivos de Washington de hacer un país más seguro, independiente y sostenible. E incidió en un aspecto no menos relevante: “En estos momentos, Mojave Solar da trabajo fijo a 70 personas. Puede parece una cifra no muy importante, pero en comunidades pequeñas es algo fundamental”. En su fase de construcción, la planta llegó a generar unos 2.200 puestos de trabajo, sin contar con la creación directa e indirecta de empleo en toda la cadena de suministro.
La tecnología termoeléctrica de Mojave Solar emplea espejos que concentran la energía solar. Se trata de reunir la mayor cantidad de calor en un punto concreto, como cuando los niños torturan a una hormiga con una lupa. Los colectores concentran la energía solar en tubos receptores que envían el calor a la planta central a través de un fluido caloportador. La planta tiene dos generadores de turbina de vapor de 140 MW.
Primer mercado para EE UU
Con sede en Colorado y oficinas en California, Arizona y Washington DC, Abengoa desarrolla el 28% de su negocio en proyectos en Estados Unidos, que se constituye así en el mayor mercado en el mundo de la compañía.
En mayo de 2014, la empresa finalizó la construcción de Mount Signal Solar, una planta fotovoltaica de 206 MW situada en Calexico, al sudeste de California. Abengoa construyó la planta para Silver Ridge Power, uno de los mayores operadores de energía fotovoltaica. La planta abastece a 72.000 hogares en San Diego, y evita la emisión a la atmósfera de 356.000 toneladas de C02 al año.
Abengoa posee también en Estados Unidos la otra mayor plata cilindro parabólica del mundo, que opera desde 2013. Se trata de Solana, que añade, además, capacidad de almacenamiento, es decir, de suministrar energía durante seis horas de noche o en ausencia de sol. “Abengoa juega dos papeles: suministrar energía y ser soporte del sistema cuando lo necesita, para reducir así la dependencia de las centrales de carbón, de las nucleares y del gas natural. California quiere que su electricidad proceda en un 50% de fuentes renovables. Quiere independencia y seguridad, como el resto del país. Nosotros somos un recurso local, doméstico y que facilita energía en lugares donde el gas y el petróleo no llegan con facilidad. Queremos contribuir a ese compromiso. Llevamos mucho tiempo aquí, pero queremos estar mucho tiempo más”, explica Zuluaga.
El consejero delegado de Abengoa Solar defendió la sostenibilidad y seguridad de sus plantas frente a soluciones cuyos riesgos todavía no han sido cuantificados, como la extracción de gas natural del subsuelo por fracturación, puesta en marcha por muchos Estados. “Si hubiera que reducir al máximo los posibles riesgos del fracking, que por ahora se desconocen, posiblemente una técnica que ahora es muy barata se haría inviable”, explicó.
Abengoa es líder mundial en energía solar, con proyectos en Sudáfrica, Chile, Israel, España, Marruecos, Argelia o Emiratos Árabes. Cuenta con dos torres solares comerciales, dieciséis plantas cilindro parabólicas, una planta de ciclo combinado solar-gas y cinco plantas fotovoltaicas en operación comercial en todo el mundo. Además, tiene plantas eléctricas termosolares en construcción en Sudáfrica y Chile, con una capacidad total de 260 MW.EL PAIS