Lo Último

.

.

domingo, 22 de febrero de 2015

Colombia celebra en Madrid “primavera del arte” con ansias de paz

primavera-del-arteUna “tropa” de artistas de Colombia “equipada de creatividad” está en Madrid para celebrar su “primavera del arte” a nivel global. Como invitada de honor de Arcomadrid 2015, y con la esperanza de que sea la “antesala de la construcción de los escenarios de la paz” en el país tras 50 años de violencia. “La importancia que tiene ARCO es ese salto a lo global para quitarle el velo, la máscara que le puso la violencia a la realidad colombiana en las últimas décadas a un país que estaba arrinconado, reducido a estar en los últimos lugares de Iberoamérica”, señala el embajador de Colombia, Fernando Carrillo.
El fin simbólico es mostrar en Arcomadrid 2015, que se celebra del 25 de febrero al 1 de marzo, “una Colombia nueva, moderna que está creciendo económicamente“, que ha hecho “reformas sociales revolucionarias” y que está “más cerca de la paz que nunca”. “Todos esperamos que este sea el año de la concreción de la paz, porque el proceso de paz va muy avanzado y, por eso, qué mejor que dar ese mensaje ante el mundo: un país que levanta la frente y se muestra como un país moderno, que juega en las grandes ligas del arte”, continua Carrillo (Bogotá, 1963)
Carrillo impulsó y lideró el proceso que dio origen a la actual Constitución Política de Colombia y fue ministro del Interior (2012-2013) y de Justicia (1990-1994). Para destacar que el “arte y la cultura son también herramientas de reconciliación”, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, clausurará Arcomadrid 2015, y al día siguiente inaugurará en el Museo del Prado,junto a Felipe VI, “La Lechuga”, una pieza única de orfebrería elaborada con más de 1.700 esmeraldas.
Será el comienzo de una visita de Estado, que además de sus vertientes políticas y económicas, tiene un marcado viso cultural. Un desembarco cultural sin precedentes en la historia de Colombia y también en la de ARCO, y que deja el listón muy alto para futuros países invitados de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid, donde Latinoamérica fue la protagonista en 1997 y posteriormente se puso el foco en otras ediciones a México y Brasil.
La delegación colombiana está compuesta por más de 250 artistas, galeristas, comisarios, editores, expertos y representantes de instituciones artísticas, espacios independientes, museos, editoriales y otras instituciones. Una presencia protagonista dentro de la feria, con un pabellón institucional que mostrará la ebullición del arte colombiano y una selección de diez galerías, con dos artistas cada una, elegidos por el comisario Juan Gaitán para tenderles un puente con Europa.
Y fuera, con una megaoperación cultural que desde el 18 de este mes y hasta el 31 de mayo va a dar a Madrid un aire colombiano. Medio centenar de actividades, incluidas 20 exposiciones, han sido programadas en los principales centros de arte madrileño donde un centenar de artistas, de cinco generaciones, despliegan su enorme fuerza creativa para demostrar que Colombia es mucho más que Botero.
Son muy diversas, pero en todas ellas hay “un subtema o hilo conductor, a veces más presente, otras más delgado, que tiene que ver con la historia del país, del conflicto, del narcotráfico, de la violencia, del pasado colonial”, enumera a Efe la asesora de Artes Visuales del Ministerio de Cultura, Carolina Ponce de León.
Que la violencia ha afectado a la creatividad es “indiscutible” para el embajador de Colombia, quien destaca la doble vertiente del arte como “espejo de la realidad” y como “transformador” de la misma por su función de “crítica y denuncia en una sociedad”. “El arte es muy eficaz simbólicamente hablando para reparar de manera imaginaria situaciones conflictivas, pero no las repara de hecho, lo repara como poéticamente”, indica a Efe Jaime Cerón, encargado junto a María Wills, de comisariar el proyecto paralelo a ArcoColombia desplegado por la capital española.
“La abstracción favorece la reflexión”, añade Wills, al recordar que los artistas colombianos están marcados por “los 50 años de guerra, la violencia, el narcotráfico, la guerra civil”, pero también por “la cultura, las raíces, la tradición precolombina”, y “toda esa diversidad es una bomba de contenidos por la creatividad”.
“La educación y la cultura son fundamentales para entender lo que le pasa a los demás, la empatía, ponerse en la piel del otro es un ejercicio fundamental para el respeto, la paz y la convivencia. Son valores que el arte contemporáneo también te exige”, apunta, por su parte, a Efe el director de ARCOmadrid, Carlos Urroz, que tiene en esta 34 edición una feria “muy latinoamericana”.efe