(Ciudad del Vaticano, 22 de febrero – EFE).- El papa Francisco recordó hoy durante el Ángelus dominical que esta tarde comenzará una semana de ejercicios espirituales junto a algunos colaboradores de la Curia romana fuera del Vaticano, en una pequeña localidad próxima a Roma.
“Encomiendo a ella (la Virgen), en particular, la semana de Ejercicios Espirituales que dará inicio en la tarde de hoy, en la que participaré junto a mis colaboradores de la Curia Romana. Os pido que nos acompañéis con vuestra oración”, solicitó desde la ventana del Palacio Apostólico a los fieles.
La Santa Sede informó de que los ejercicios comenzarán formalmente a las 18.00 locales (17.00 GMT).Como ya hiciera el año pasado, estas jornadas de reflexión tendrán lugar en la localidad de Ariccia, a unos 30 kilómetros al sur de la capital italiana y hacia donde se dirigirá esta tarde a bordo de un autobús.
La semana de ejercicios espirituales es tradicional de la Cuaresma, el periodo previo a la Semana Santa, y este año correrán a cargo del teólogo carmelita Bruno Secondin.
Empleará el método de la “Lectio divina”, la lectura meditada de las Sagradas Escrituras que, precedida por la oración, sirven para escuchar y responder a Dios.
Bajo el lema “Servidores y profetas del Dios viviente”, las meditaciones de Secondin se basarán en la lectura de los textos del profeta Elías, figura capital del Antiguo Testamento.
La reflexión de este domingo girará en torno al tema “Salir de la propia aldea”, un concepto que coincide con la doctrina del papa argentino de una Iglesia descentralizada.Las jornadas se iniciarán con las Loas al amanecer y seguirán con una primera meditación a las 09.30 locales (08.30 GMT) y con la celebración eucarística.
A primera hora de la tarde se celebrará la segunda parte de la meditación, que precederá a la Adoración eucarística y las vísperas.
A primera hora de la tarde se celebrará la segunda parte de la meditación, que precederá a la Adoración eucarística y las vísperas.
Durante la celebración de estos ejercicios espirituales el pontífice no presidirá audiencias ni públicas ni privadas, ni siquiera la general de cada miércoles en la plaza San Pedro.
El papa decidió el año pasado trasladarse a algún punto fuera del Vaticano para recrear un ambiente de mayor sosiego y más propicio para la meditación.