Al menos 83 personas resultaron heridas en los choques que opusieron hasta medianoche a la policía con manifestantes que protestaban en Beirut contra las malas condiciones de vida de los libaneses, en particular por la actual crisis de recogida de la basura.
El responsable de la Cruz Roja Libanesa, Georges Ketaneh, explicó hoy a Efe que 60 de los heridos recibieron cuidados médicos en el lugar de los incidentes y otros 23 fueron hospitalizados.
Entre las víctimas figuran 35 agentes del orden, según el comunicado publicado anoche por la Policía libanesa.
La manifestación fue convocada por la campaña “Apestan”, que ha vuelto a llamar hoy a los libaneses a manifestarse y pide la dimisión de las autoridades por no solucionar los problemas de la basura y de los cortes de electricidad, ni mejorar las infraestructuras y el sistema sanitario.
Durante los disturbios, las fuerzas de seguridad dispararon al aire y utilizaron gases lacrimógenos, cañones de agua y bombas de sonido para dispersar a los manifestantes, algunos de los cuales trataron de irrumpir en el Parlamento.
La policía logró desalojar a los miles de manifestantes, pero muchos de ellos regresaron al centro de Beirut e instalaron tiendas de campaña para presionar a las autoridades.
La organización Human Rights Watch (HRW) instó ayer a las autoridades libanesas a abrir una investigación sobre el “uso excesivo de la fuerza” en una protesta esta semana y a garantizar que la Policía no utilice la violencia contra manifestantes pacíficos.
El conflicto social de los residuos comenzó tras el cierre del vertedero de Naame, el pasado 17 de julio, y el fin del contrato con la sociedad Sukleen, encargada de recoger la basura.
Esto afecta sobre todo a las regiones de Beirut y Monte Líbano, en el centro del país, y hasta ahora el Gobierno ha fracasado en encontrar soluciones alternativas, debido a las divergencias entre las fuerzas políticas.
Fuente: EFE