El derrocado presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, aseguró hoy durante una sesión judicial que se está absteniendo de comer porque ha sufrido cinco incidentes dentro de la cárcel que representan "una amenaza directa" contra su persona.
En un vídeo de la sesión difundido en exclusiva por la televisión catarí Al Yazira, aparece Mursi con el uniforme rojo de los condenados a muerte explicando que no puede fiarse de la comida que le ofrecen en prisión.
El expresidente egipcio denunció su situación en la prisión durante la sesión de hoy del juicio en el que se le procesa por entregar supuestamente a Catar documentación que comprometía la seguridad nacional egipcia.
Aseguró, dirigiéndose al tribunal que le juzga, que ha sufrido al menos cinco incidentes dentro de prisión que podrían haber acabado con su vida y aseguró que también existen "una serie de sucesos" que de haberse llevado a cabo constituirían "un gran crimen".
El presidente depuesto no dio más detalles sobre los delitos a los que se refiere, pero pidió reunirse con su defensa para dar detalles y exponerles "una queja grave".
Señaló que si hubiese comido los alimentos que le proporcionaron los días 21 y 22 de julio pasados, hubiese supuesto "un gran crimen" contra su persona y pidió al tribunal que lo presente ante un comité médico porque sufre hipoglucemia.
Por su parte, su hijo, Osama Mursi, en declaraciones a Al Yazira anunció que su padre se niega a comer porque "los alimentos que le dan no son seguros" y advirtió de que su padre sufre una grave falta de azúcar.
Mursi, que fue derrocado el 3 de julio de 2013 por un golpe de Estado militar, tiene varias causas judiciales.
Fue condenado en junio a la pena capital tras ser declarado culpable, junto a otras 108 personas, la mayoría de ellos miembros o seguidores de los Hermanos Musulmanes, de haber huido de la cárcel y haber ayudado a escapar a más de 20.000 reos de tres prisiones egipcias, en el marco del caos de la revolución de 2011.
EFE