Para los peruanos el emoliente es una bebida tradicional que suele tomarse sobre todo en época de frío. Está hecha a base de cebada y de una variedad de hierbas que se estiman medicinales como la cola de caballo, llantén, boldo y semillas como la linaza. Además se le suele agregar zumo de limón y azúcar, dando como resultado una
bebida de exquisito sabor.
En cuanto a su consumo, la especialista en nutrición Sara Abu Sabbah, recomienda no más de dos vasos al día. "No es que el emoliente en si vaya a hacer daño, sino el azúcar. Hay que recordar que la función principal de los líquidos es hidratar, y en ese sentido el azúcar resulta innecesaria.Si tomamos dos a tres vasos de emoliente, ya es un exceso de azúcar y calorías que no necesitamos".
Cabe recordar que algunas personas suelen usar alfalfa y otras hierbas en su elaboración. En ese sentido, Abu Sabbah recuerda que es un error pensar que al hervir estas hierbas mueren las bacterias. "Hay que asegurarse de que estas estén bien lavadas ya que además de bacterias también tienen tierra", recuerda.
¿Tiene beneficios para la salud?
Se sabe que los productos naturales como las hierbas y semillas usadas en la elaboración del emoliente, no solo cargan algunos nutrientes como minerales, sino que tienen algunos efectos medicinales, para el aparato digestivo, reproductor, respiratorio y circulatorio.
Por ejemplo, se recomienda su consumo caliente cuando una persona está resfriada o mal de la garganta ya que puede ayudar a fludificar las flemas, más no como tratamiento terapéutico contra procesos gripales. "Ni el emoliente ni niguno de sus ingredientes curan resfriados, solo ayudan a aliviar algunos síntomas", explica la especialista.
Es bueno también para las personas que tienen colesterol alto. Esto gracias a la fibra soluble que expide la linaza al momento de su cocimiento. "La fibra soluble ayuda a arrostrar el colesterol que hay en el proceso de digestión y de esta manera puede ayudar a reducir el colesterol LDL (el malo) a través de las heces", explica Abu Sabbah.
Por su parte, la cebada, al momento de ser hervida, suelta algunos nutrientes, particularmente vitaminas y minerales como el hierro, calcio, magnesio, fósforo y potasio. Además expide un betaglucano en forma de fibra que forra la cavidad de la mucosa gástrica y da una sensación de saciedad, por lo que ayuda a controlar el apetito y así evitar un aumento de peso no deseado.
También ayuda a retardar la absorción de azúcares simples que hay en algunos alimentos, lo que favorece a pacientes de diabetes o con problemas de glucosa.
Cabe recordar que el emoliente no aporta muchas calorías, salvo que se le incorpore demasiada azúcar.
Recomendaciones
Abu Sabbah recomienda entre una cucharadita de azúcar por vaso (de 240 ml.). Asimismo recuerda que si bien el limón contribuye con el sabor y el aroma, pierde buena parte de su vitamina C cuando la bebida está caliente. RPP