El Departamento de Salud de Nueva York informó este martes que investiga siete nuevos casos de Legionela que han surgido en El Bronx, que no están relacionados con el brote que hubo en este condado el pasado julio, que cobró la vida de doce personas.
Todos los afectados, de edades entre los 45 y 75 años, están hospitalizados y no se ha reportado ninguna muerte, señaló la agencia sanitaria en un comunicado de prensa.
"Estamos investigando siete casos de Legionelosis en Morris Park", dijo la directora del Departamento de Salud municipal, Mary Bassett, quien hizo un llamado a los neoyorquinos a buscar asistencia médica "inmediata" si tienen síntomas de fiebre, tos, dolor de cabeza o dificultad para respirar.
Agregó que se están tomando los pasos para determinar la fuente de origen de los nuevos casos en el vecindario de Morris Park y destacó que éstos fueron reportados a esa agencia sanitaria entre el 21 y 27 de septiembre.
Cuando se informó del primer caso, se comenzó de inmediato a entrevistar a los pacientes y a revisar sus expedientes médicos, indicó Bassett.
Señaló además que desde el pasado sábado científicos ambientales están visitando todos los edificios con torres de enfriamiento y tomando muestras para ser analizadas por posible legionelosis.
El Departamento de Salud descubrió que la fuente del primer brote de la Legionela, que causó 128 casos y 12 muertos, fue una torre enfriamiento en un hotel en el condado de El Bronx.
La legionela es un tipo de neumonía causada por bacterias que se adquieren, generalmente, por respirar vapor de agua que contiene dichas bacterias, y que puede provenir de bañeras, duchas calientes o de grandes unidades de refrigeración.
A partir de hoy, el Departamento de Salud municipal trabaja con otras agencias de la ciudad para enviar personal a centros de ancianos y asilos para distribuir información sobre la enfermedad, contestar preguntas y recordarles que busquen ayuda inmediata si tienen algunos de los síntomas, indicó además la jefa de salud municipal.
El pasado 28 de agosto se dio por terminado el brote de Legionela que comenzó en julio, el peor en la historia de Nueva York, y a raíz de esa experiencia, se aprobó legislación en la ciudad y el estado que obliga a registrar todas las torres de refrigeración de edificios para que sean revisadas regularmente, en un intento por evitar la reaparición de la enfermedad.
EFE