"En todos los continentes, en todas las latitudes, los migrantes viven historias de riesgo, de rechazo, discriminación y de abuso", empezó a calentar motores Peña Nieto durante su breve discurso ante la ONU.
"No permitamos que continúe esta injusticia. No permitamos que se pretenda despojar a las democracias del mundo de su espíritu plural e incluyente", reclamó Peña Nieto, que pidió "sumar esfuerzos para crear un esquema mundial de protección a los derechos del migrante a la altura de los desafíos que estamos viviendo"."Estas condiciones se agravan cuando por ignorancia, mala fe, racismo o mero oportunismo político, los inmigrantes y sus hijos son estigmatizados y responsabilizados de las dificultades propias de los países de destino", agregó de inmediato. Unas palabras que calzan casi a la perfección como respuesta a las ofensas que Trump lleva lanzando desde junio contra los migrantes mexicanos y, por ende, contra toda la comunidad hispana del país, que ha sentido como ataque propio las propuestas antiinmigrantes del candidato Trump —como deportar a los 11 millones de indocumentados— que han acabado adoptando buena parte de sus rivales republicanos. No es la primera vez que México protesta, oficialmente, por las ofensas de Trump. Ya lo hizo nada más afirmar el magnate al lanzar su campaña presidencial, cuando afirmó que los migrantes que llegan de México traen "drogas" y son "violadores".
La "respuesta global" a un problema no menos global, desde la crisis de migrantes sirios al continuo flujo migratorio hacia EE UU, requiere de una respuesta "colectiva y efectiva" que debe surgir, reclamó, de la ONU que estos días reúne a buena parte de los mandatarios —y responsables— del mundo.EL PAIS