México enfrentará la crisis del virus del zika, que ha cobrado 37 vidas, y el debate por la legalización de la marihuana con nuevos rostros en la cúpula del sistema sanitario.
Enrique Peña Nieto ha nombrado ministro de Salud a José Narro, exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el primero de dos cambios anunciados esta tarde en la residencia oficial de Los Pinos. El mandatario puso al frente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a Mikel Arriola, que será director del mayor aparato de seguridad social en América Latina. Los nuevos cargos estarán encargados de “fortalecer la articulación del sector Salud federal” y el diálogo con los sistemas sanitarios locales de los 32 Estados, según el mandatario.
La doctora Mercedes Juan López abandonó el Gabinete esta tarde tras ser secretaria de Salud por poco más de tres años. El nombramiento de Narro, un médico cirujano de 67 años, es un golpe de timón en el área. “Es un cambio político porque Narro es un político muy efectivo”, señala un investigador especializado en salud pública que desea guardar el anonimato. “Cambia la dinámica porque existía una tensión entre el liderazgo del IMSS, que es un gigante con mucho presupuesto [544.000 millones de pesos, 29.000 millones de dólares], y la secretaría de Salud, que debe ser la cabeza del sector”, considera el investigador egresado de la UNAM.
Narro hizo una larga carrera académica desde 1974, cuando comenzó a dar clases a los 26 años sobre medicina preventiva, familiar y salud pública en la Facultad de Medicina de la UNAM. En 2003 y hasta 2011 fue director de la Facultad de Medicina, que tiene más de 16.000 alumnos. Desde allí dio el salto al edificio más importante de la UNAM, la rectoría, desde donde llevó las riendas de un centro educativo que tiene más de 300.000 alumnos repartidos en 148 carreras. En noviembre pasado, Narro dejó de ser rector tras ocho años en el cargo. Desde entonces su nombre estuvo en boca de rumores que lo ubicaban como pieza de recambio de la Administración Peña Nieto.
La experiencia de Narro no se limita a las aulas universitarias. El médico ha sido subsecretario de Población, Gobierno y servicios migratorios en Gobernación (Interior) y subsecretario en la Secretaría de Salud, además de encargarse de los servicios médicos del Departamento del Distrito Federal. Las entrañas del IMSS no le son desconocidas, ya que fue secretario general del instituto.
Los expertos creen que la presencia de Narro volverá a tender puentes entre los académicos y el sector público de la salud. En 2014, dos funcionarios de alto nivel de la secretaría abandonaron sus cargos por diferencias con Mercedes Juan. Uno de ellos, Luis Durán Fontés, era un académico de la Facultad de Medicina de la UNAM que había sido crítico con el Seguro Popular, un sistema de sanidad creado en la administración de Felipe Calderón, del PAN (2006-2012). “Hay en la universidad la idea de que no se han logrado los éxitos prometidos. Será interesante ver en tres años qué ideas hay para mejorarlo”, dice la fuente sanitaria, que ha trabajado en el sector.
Una de las tareas más importantes de Narro será aportar ideas a un antiguo debate: la integración del sector salud. El nuevo secretario tendrá que liderar el diálogo entre los organismos de seguridad social, compuestos por el IMSS y sus 70 millones de afiliados y 400.000 trabajadores; el ISSSTE, que provee seguridad social a 12 millones de burócratas, además de las 32 secretarías de Salud locales.
Mikel Arriola, nuevo director del IMSS, será una de las piezas fundamentales en este acercamiento. El funcionario es uno de los pocos que sobrevivieron el cambio de bandera del Gobierno en diciembre de 2012. En la administración pasada, del PAN, se desempeñó como comisionado de Protección contra riesgos sanitarios, y fue ratificado en el cargo por el Gobierno del PRI. Al frente del IMSS, Arriola deberá encarar la reforma al sistema de pensiones, uno de los temas recurrentes de la seguridad social mexicana, y que ya fue tocado en una reforma en 1997. La discusión del tema llegará a la Cámara de Diputados en abril.EL PAIS
