Zimbabue vive de la exportación de minerales, sin embargo ello no ha contribuido a mejorar la calidad de vida de las personas.
De acuerdo a un artículo de Reuters, la localidad de Marange, el depósito de diamantes más grande del país, se muere de hambre.
"Estamos viviendo cerca de estas minas de diamantes, sin embargo nos estamos muriendo de hambre", confiesa Shylet Mutsago, una zimbabuense.
Personas como Shylet esperaban que la industria del diamante invirtiera en sistemas de riego para poder recuperar los cultivos.
Los sistemas de riego en Marange ya no operan adecuadamente, y los pequeños agricultores no tienen cómo adquirir nuevos equipos. La situación se ha complicado aún más con el Fenómeno El Niño causando grandes sequias en todo Zimbabue.
New York Times