El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, supervisó un simulacro de ataque armado a instituciones gubernamentales de Corea del Sur y lanzó nuevas amenazas militares al país vecino.
El joven dictador dirigió el ejercicio con fuego real en el que se simuló "volar por los aires Cheongwadae (la Casa Azul presidencial) y los órganos reaccionarios en Seúl" con los disparos de "más de un centenar de piezas de artillería de largo alcance", indicó la agencia de noticias norcoreana KCNA en un comunicado.
"Los cañones de artillería abrieron fuego con ruido ensordecedor, golpeando fuertemente los objetivos imaginarios: Cheongwadae y las máquinas de poder de Seúl", según la agencia.
Tras el simulacro Kim Jong-un felicitó a las tropas, a las que instó a "avanzar para lograr la histórica causa de la reunificación nacional en cuanto reciban la orden de atacar".
La nueva ofensiva de Pyongyang llega solo dos días después de que amenazara con lanzar un ataque militar sobre la Casa Azul, residencia de la presidenta Park Geun-hye.
En respuesta, la jefa de Estado surcoreana ordenó el jueves al gobierno incrementar el nivel de vigilancia y pidió a las Fuerzas Armadas que se preparen para responder "de manera agresiva" a cualquier acción armada del país vecino. EFE