Siria inició este
martes el quinto día del alto el fuego con algunos ataques aislados en
distintas partes del país, donde el nivel de violencia se ha reducido
desde el comienzo del cese de las hostilidades.
Aviones
de guerra, de origen desconocido, bombardearon la pasada madrugada una
zona agrícola en la ciudad de Al Tamanea, en la provincia septentrional
de Idleb, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Además,
dos cohetes disparados por las fuerzas del régimen impactaron en los
alrededores de la localidad de Al Skaik, mientras que la artillería de
las autoridades también tuvo como objetivo la urbe de Yisr al Shogur, en
la misma provincia.
Además, al amanecer han estallado combates
entre los efectivos leales al Gobierno de Damasco y el Frente al Nusra
-filial siria de Al Qaeda- y otros grupos armados en Kabana, en la
región de Yabal Turcoman, situada en el norte de la provincia costera de
Latakia.
En el sur del país, las fuerzas del régimen lanzaron
cohetes y abrieron fuego con armas automáticas en Yaduda, en la región
de Deraa.
Por otro lado, aviones de guerra, de procedencia
desconocida, tuvieron como blanco la población de Al Bab, uno de los
bastiones del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la provincia
septentrional de Alepo.
Tanto el Frente al Nusra como el EI están
excluidos del acuerdo de alto el fuego alcanzado por EEUU y Rusia y
aceptado por el Gobierno sirio y la Comisión Suprema de Negociaciones
(CSN), la principal alianza opositora.
La ONU confirmó ayer que el cese de hostilidades se estaba respetando en general, a pesar de algunos incidentes aislados.
"Como
en cualquier cese de hostilidades, está claro que la violencia no se va
a detener de pronto. Somos conscientes de que pueden ocurrir incidentes
aislados, pero en general el cese de hostilidades se ha mantenido",
dijo el portavoz de la organización Farhan Haq. EFE