El ministro de Energía argentino, Juan José Aranguren, admitió hoy que los aumentos de las tarifas excedieron la capacidad de pago de la gente pero destacó que el Gobierno ha tenido capacidad de "rectificación" al anunciar topes de entre el 400 % y el 500 % en el importe del gas.
"Llegamos a entender que era necesario corregir las tarifas y que a lo mejor la manera en que en algunos lugares se había corregido había excedido la capacidad de la gente de poder absorberla", dijo Aranguren, en declaraciones a Radio Latina.
"La capacidad de rectificación es algo importante en aquel que puede o quiere tener honestidad intelectual en el impacto de las medidas que toma y esto es lo que hemos hecho. Obviamente que me hubiese gustado que esta situación no ocurriera pero la realidad es lo que es", agregó el funcionario.
Aranguren reconoció que el aumento de las tarifas que competen a su Ministerio -del gas y la luz, que en el primer cuatrimestre del año se aplicaron junto a incrementos en el agua y el transporte público- se podría "haber hecho de forma distinta", pero subrayó que el Gobierno ha atendido "el reclamo manifestado por la población" y transmitido por los gobernadores de las distintas provincias.
Junto al ministro de Interior, Rogelio Frigerio, Aranguren cerró ayer un acuerdo con los Gobiernos provinciales para fijar topes máximos en las tarifas del gas, del 400 % para particulares y del 500 % para comercios, para aliviar así el bolsillo de los argentinos en un momento de gran inflación.
Varias provincias habían llevado incluso a la Justicia estos aumentos y obtenido medidas cautelares favorables.
Aranguren descartó que vaya a haber nuevas subidas en las tarifas en lo que queda de 2016 pero afirmó que no se contempla poner un límite a los incrementos en las facturas de la luz (que alcanzaron hasta el 600 %), ya que fueron inferiores a las del gas.
El ministro anticipó que el tope al importe del gas acordado con las provincias supondrá unos 2.250 millones de pesos (unos 158,4 millones de dólares) menos de ingresos para el Estado.
No obstante, ratificó que el objetivo para el final del mandato es "lograr la seguridad energética", que tiene problemas de infraestructura, producción y suministro desde hace años. efe