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viernes, 10 de junio de 2011

Fariñas rechaza hospitalización tras una semana en huelga de hambre

El opositor cubano Guillermo Fariñas, premio Sajarov-2010, cumple este viernes su primera semana de huelga de hambre y su salud se deteriora, según médicos oficiales, pero dijo que se niega a ser hospitalizado para que no se le achaque que usa el sistema de salud gratuito.

"Me siento decaído, muy cansado, tengo somnolencia, pero mientras esté consciente no acepto ser hospitalizado, por lo que publicó sobre mi persona el blog oficialista de Yohandry (www.yohandry.com)", declaró Fariñas a la AFP vía teléfono desde su casa en Santa Clara, 280 km al este de La Habana.

El sicólogo y ciberperiodista, de 49 años, dijo que explicó su posición a un equipo de siete médicos que lo visitó el jueves en su casa y que le advirtió de la necesidad de que reciba cuidados hospitalarios, lo que confirmó su madre, la enfermera Alicia Hernández.

Yohandry publicó el miércoles un escrito en el que afirmó que el "arsenal médico invertido" para "mantener con vida a Fariñas" no lo pagan ni el opositor con los "50.000 euros" que ganó con su Premio Sajarov ni el "Parlamento Europeo" que se lo otorgó, sino un sistema de salud que tiene que "cargar" con sus "caprichos".

Fariñas busca con su protesta "hacerle el mayor costo político al Gobierno" y "anotarse puntos para el premio gordo, el del millón de dólares, el Nobel de la Paz", añadió.

Fariñas, quien dice haber realizado más de una veintena de huelgas de hambre en los últimos 15 años, realizó la anterior, de 135 días, en 2010 para exigir liberación de presos políticos.

Inició su nueva protesta en reclamo de que el Gobierno juzgue a los "responsables" de la muerte de un opositor en un hospital de Santa Clara, el 8 de mayo, tres días después de haber sido brevemente detenido en el parque de esa ciudad y, según la oposición, tras una "golpiza" de la policía.

Las autoridades sostienen que Soto, de 46 años, fue detenido por "alteración del orden" y afirmaron, al igual que familiares y médicos, que murió por una pancreatitis y que nunca fue golpeado por la policía.

El Gobierno considera a Fariñas y al resto de los opositores "mercenarios" al servicio de Estados Unidos, y señala que el caso de Soto es parte de una campaña contra la isla.