Izquierda Unida (IU) rechazó este viernes la decisión del Gobierno español de prorrogar la participación del país ibérico en la intervención militar contra Libia encabezada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El portavoz de IU en el Congreso de los Diputados (Cámara baja), Gaspar Llamazares, reiteró la negativa de su agrupación a la permanencia de España en una misión que, denunció, es una guerra de ocupación para convertir al país magrebí en un protectorado.
Llamazares abogó en rueda de prensa por favorecer la negociación política y diplomática de un conflicto que, según su criterio, se ha empantanado y le cuesta a esta nación europea 15 millones de euros al mes.
De esa manera aludió al acuerdo adoptado este viernes en la reunión semanal del Consejo de Ministros, que dio luz verde a la propuesta de la ministra de Defensa, Carme Chacón, de extender indefinidamente la contribución española a las operaciones de la OTAN en Libia.
La iniciativa aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero delega en Chacón la realización de los trámites de solicitud de autorización oportunos ante la Cámara baja de las Cortes Generales (Parlamento), encargada de convalidar dicho aplazamiento.
Según trascendió, la colaboración de Madrid a la ofensiva contra la nación norteafricana no implica cambios en las misiones asignadas ni en el número de militares a desplegar, que se mantendría en 500 efectivos, incluidos los representantes en cuarteles generales.
Durante una reunión de la OTAN en Bruselas, la titular castrense descartó el pasado miércoles la posibilidad de que los cuatro cazabombarderos F-18 desplegados por España se involucren directamente en los crecientes bombardeos contra el territorio libio.
Por tanto, su misión se circunscribirá, como hasta ahora, a preservar la zona de exclusión aérea impuesta por las Naciones Unidas.
Además de los F-18, Madrid aporta a la operación dos aviones de reabastecimiento en vuelo y una fragata, un submarino y una aeronave de vigilancia marítima que garantizan la aplicación del embargo de armas decretado por Naciones Unidas a Trípoli.
En principio, serán Chacón y la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, las que comparezcan ante el Congreso para recabar su autorización.
Sin embargo, IU no descarta exigir que sea el propio Rodríguez Zapatero quien solicite el visto bueno al pleno de la cámara, como hizo cuando se puso en marcha la misión, en marzo último.
"Han debido cambiar muchas cosas en el seno del Gobierno para que iniciara su mandato en 2004 con la retirada de las tropas de Irak y quiera acabar esta legislatura manteniendo sin plazo un contingente militar en otro escenario de guerra", subrayó Llamazares.
(PL)