Este viernes, representantes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) fueron llamados a la consulta pública que se efectúa en Venezuela, en torno a la creación de una ley para regular el desarme de la sociedad y el control de armas y municiones.
Las recomendaciones de este organismo internacional partieron de este punto: "El debate principal para reducir la violencia armada no es el tema del desarme, sino la aplicación de políticas públicas que funcionen y mejoren la calidad de vida de las personas", es decir, que la criminalidad es un problema estructural, asociado a factores como la pobreza y la educación, y que, por tanto, debe ser abordado desde esa óptica.
La cita corresponde a Daniel Luz, asesor regional de seguridad ciudadana del PNUD para América Latina y el Caribe, quien citó el caso de las favelas de Río de Janeiro, en Brasil, para sustentar esta premisa.
Luego de hacer un diagnóstico, hace 10 años, y de determinar que unas 3.000 muertes ocurrían en Río a causa de las armas de fuego, y que éstas eran la principal causa de muerte en jóvenes entre 14 y 25 años, el gobierno puso en marcha un plan con acciones inmediatas, pero también de mediano y largo plazo que se orientaban a mejorar la calidad de vida de los habitantes en las favelas.
"Estamos hablando de políticas enfocadas en reducir la desigualdad social, aumentar el ingreso de las personas o incrementar el gasto en seguridad pública. La suma de todas estas estrategias fue lo que generó la disminución de la violencia armada en el caso de Brasil", precisó Daniel Luz.
Las políticas socio-económicas aplicadas en Río también incluyeron la creación y aplicación de una ley para el control de armas, sancionada en 2003. Las cifras indican que, desde el 2003 hasta entonces, la reducción de homicidios ha sido de 12% en promedio, cada año.
La ley es apenas un de las cinco "ideas clave"
El PNUD también destaca que la creación de una ley es apenas uno de los elementos que esa instancia considera como "ideas clave" en materia de control de armas.
Estos elementos son los siguientes: Reducción de la demanda de armas (revirtiendo las motivaciones que generan la necesidad de armas, reformando cuerpos policiales); Control de las existencias de armas; Reconversión y destrucción de armas; Marco legislativo adecuado (ley) y Refuerzo institucional (dotar a las instituciones para aplicar las políticas).
Las recomendaciones señalan, no obstante, que el primer paso para diseñar y aplicar medidas a partir de estos cinco principios, es obligatorio y fundamental elaborar un diagnóstico de la situación en el país.
El marcaje de municiones ayudará
Los representantes del PNUD mencionaron también el marcaje de municiones como una iniciativa que influyó en la reducción de la violencia armada en Brasil.
Este detalle llama la atención, tomando en cuenta que la Policía Nacional Bolivariana sugirió a la comisión mixta de la Asamblea Nacional para el desarme y el control de municiones que la ley en creación debería establecer el marcaje de las balas fabricadas por Cavim.
"Cuando esto se planteó, hubo quienes dijeron que no era factible o viable, pero se puso en práctica y eso ayudó significativamente. Unos 80 millones de dólares se invirtieron para adecuar la tecnología y eso ha valido la pena", apuntó Alfredo Missair, representante del PNUD en Venezuela.
Recomendaciones para la Ley Desarme
En general, el PNUD recomienda a los países incluir lo siguiente en las leyes para el control de armas:
*En el ámbito internacional: Regular la producción y transferencia de armas y municiones; marcaje y registro; mecanismos de control y seguimiento, como el certificado de usuario final.
*En el ámbito regional: Mejorar intercambio de información entre países y vigilancia aduanera.
*En el ámbito nacional: prohibir armas militares para la población civil; aplicación de estándares de seguridad a las armas de los cuerpos policiales y militares; registro unificado y sistematizado de las armas en todos los cuerpos; emisión de licencias, tomando en cuenta la prohibición de tenencia para abusadores domésticos, revisiones periódicas, exámenes de manejo técnico y edad mínima de posesión.
(VTV/AVN)