A casi un año del accidente que los sepultó a 700 metros de profundidad por 69 días, 14 de los 33 obreros del yacimiento San José pidieron la pensión anticipada debido a que las secuelas físicas y psicológicas no les permiten seguir trabajando.
"Nos reunimos con ellos en Santiago y Copiapó, y entre sus peticiones nos plantearon entregar pensiones de gracia a 14 de ellos, los más ancianos y enfermos, que no tienen posibilidades reales de volver a trabajar", dijo al diario El Mercurio, Cristián Barra, asesor del Ministerio del Interior.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, que coordinó las labores del mediático rescate, decidirá dentro de los próximos 30 días si les concede o no el beneficio. El anuncio podría darse cuando se cumpla el primer aniversario del accidente, ocurrido el 5 de agosto de 2010 en la mina San José, donde le grupo quedó atrapado a 700 metros de profundidad.
Entre los beneficiarios, destaca Luis Urzúa, jefe de turno del grupo y el último en salir del encierro, el 13 de octubre de 2010, al final de una operación de rescate seguida por millones en todo el mundo. Accederían también a la pensión los mineros Jorge Galleguillos, Mario Gómez (el mayor del grupo) y Yonni Barrios, que ejerció como enfermero durante los días en el yacimiento, afectados todos por un grave enfermedad pulmonar.
Según Urzúa, de 55 años, la pensión no altera la demanda contra el Estado por falta de fiscalización al yacimiento que estudian plantear. "Estas pensiones son en atención a lo que estamos sufriendo, y las demandas son porque alguien del Estado no hizo bien su pega (trabajo)", señaló. "Por todo lo que vivimos y sufrimos, hay muchos compañeros que sienten que es difícil rehacer su vida. La lista incluye a los viejos hasta los 49 años", agregó.
Algunos de los mineros han sacado provecho de la experiencia, con viajes por el mundo, asistiendo a programas de televisión y dictando charlas motivacionales.
AFP/EFE