El intelectual estadounidense Noam Chomsky calificó como “engañoso” el artículo escrito por el Diario The Guardian, titulado “Noam Chomsky denuncia a su viejo amigo Hugo Chávez por asalto a la democracia” y que ha desatado la polémica al asegurar que “se habría puesto en contra de la revolución bolivariana”.
A continuación el texto completo que publica la revista digital Patria Grande sobre el tema:
Tras escribirle a su correo electrónico y preguntarle por la veracidad de la información allí aparecida, Chomsky explicó:
“La versión de The Guardian, como lo había previsto, es muy engañosa. El artículo en The New York Times es más preciso. Ambos omiten algo que destaqué bastante: que las críticas del gobierno de EE.UU. o de cualquier persona que apoya sus acciones no pueden ser tomadas en serio, considerando que Washington tiene un historial mucho peor y no tiene ninguna de las auténticas preocupaciones que Venezuela se enfrenta. El caso (del soldado Bradley) Manning, por decir uno, es mucho peor que el de la jueza Afiuni”. En una carta enviada por Chomsky a varios medios de comunicación, el intelectual pide que a la jueza María Lourdes Afiuni se le otorgue libertad plena, como un gesto humanitario del Presidente Hugo Chávez dada la condición física y psicológica de la jueza.
Chomsky indicó que ella fue detenida de forma inadecuada, que fue tratada de forma degradante en el Instituto Nacional de Orientación Femenina, que se mostró crueldad en su contra y que su salud se deterioró rápidamente.
La carta enviada por Chomsky en ningún momento habla de deslindarse o darle la espalda al gobierno bolivariano. De hecho, en una parte de su escrito manifiesta que Afiuni debe ser liberada “en conformidad con la dignidad humana, que la Revolución Bolivariana presenta como uno de sus logros”.
La nota escrita por el New York Times, titulada “Connotado izquierdista urge a Chávez a liberar una jueza convaleciente”, no incluye frases de Chomsky que sí aparecen en The Guardian, en torno a un supuesto “asalto a la democracia” por parte del Presidente Chávez.
Por su parte, la abogada estadounidense e investigadora Eva Golinger explicó a través de su cuenta en Twitter haber conversado con Chomsky. Asegura que fue víctima de los medios y de una fundación, el Carr Center, que lo habría convencido de escribir la carta. “Lo de Chomsky fue manipulado. Hablé con él y me confirmó que lo habían distorsionado en los medios. ¡Nadie se escapa de la manipulación mediática!”, indicó la abogada.
Recordando el caso Afiuni-Cedeño
Afiuni en estos momentos goza del beneficio de casa por cárcel con obligación de presentarse ante los tribunales cada quince días, tras ser sometida el pasado mes de febrero a una histerectomía completa (extirpación del útero y cuello uterino). Chomsky reconoce que el beneficio de casa por cárcel es “sin duda una significativa mejora en su situación”, pero pide al Presidente Chávez otorgarle el beneficio de libertad por razones humanitarias.
La jueza fue arrestada en diciembre de 2009, luego de haberle otorgado al banquero Eligio Cedeño, entonces presidente de Bolívar Banco, el beneficio de ser juzgado en libertad. Dicha institución financiera fue intervenida en noviembre de ese año luego de que sus dueños cometieran irregularidades, estafando unos 27 millones de dólares de los ahorros de sus clientes. Afiuni otorgó el beneficio al banquero el 10 de diciembre de 2009, sin la presencia de los fiscales y únicamente con sus abogados presentes, lo que violaría leyes venezolanas. Cedeño fue sacado por una puerta trasera de la corte, tras lo cual tomó un vuelo y salió del país. Actualmente el banquero vive en Miami, EEUU, donde recibió asilo político. La jueza Afiuni fue detenida ese mismo día, al sospecharse que ocurrió una fuga planificada con su participación.
Opositores y medios de comunicación han tergiversado una opinión que dio el presidente Chávez en aquella ocasión, diciendo que la jueza merecía 30 años de prisión; los opositores aseguran que ello fue “una orden” dada por el Jefe de Estado para arrestarla, y tergiversan sus declaraciones para decir que Chávez atentó contra de la independencia de los poderes públicos.
Por su parte, Chomsky explicó que algunas ONGs, como Amnistía Internacional, habían dado testimonios a favor de la jueza Afiuni, y que “en general, en el caso de personas detenidas sin ser juzgadas, creo que es apropiado tomar sus denuncias seriamente a menos que hayan evidencias creíbles e independientes que la refuten”. El juicio a Afiuni comenzará el próximo 6 de julio y todas las medidas que han restado gravosidad a su detención se han tomado por los canales regulares.
Junto al Bolívar Banco también fueron intervenidos los banco Canarias, Confederado y Banpro. El gobierno bolivariano finalmente absorbió el banco Bolívar, siendo integrado al Banco Bicentenario. La mayor parte de los ahorristas del Bolívar Banco recibieron en diciembre de 2009 sus ahorros por parte del gobierno.
El Carr Center
En su misiva, Chomsky admite que su defensa a Afiuni ocurre luego de ser contactado por el Carr Center, una organización de defensa de los derechos humanos que tiene relaciones con USAID. Leonardo Vivas, coordinador de la Iniciativa Latinoamérica de dicha organización, admitió que Chomsky fue contactado porque “es alguien cuya voz podría ser escuchada en Venezuela”, según relata el New York Times. Dijo que Chomsky aceptó prontamente la invitación de su organización a apoyar a Afiuni.
Vivas es un sociólogo de la UCV, que ha brindado en universidades estadounidenses, como la Tufts University, cursos sobre “la era Chávez en Venezuela”. Fue director de Industria en el Ministerio de Fomento entre 1990 y 1992, durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, y también tuvo un cargo de dirección e el Ministerio de Industria y Comercio en 1989, también durante el gobierno de CAP. Fue director ejecutivo de la organización pro-empresarial “Venezuela Competitiva”.
Chomsky es profesor en el Massachussets Institute of Technology (MIT), al igual que Richard Stallman, otro estadounidense que también se ha pronunciado recientemente en torno al caso Afiuni. Algunos creen que podría haber una operación de “lobby” a favor de la jueza, convenciendo a profesores e intelectuales estadounidenses de apoyarla.