Al menos dos coches de Policía y un autobús han ardido este sábado en Tottenham, en el norte de Londres, durante los disturbios derivados de las protestas por la muerte de un joven el pasado jueves a causa de los disparos realizados por las fuerzas de seguridad.
Los manifestantes habrían arrojado varios cócteles molotov contra los vehículos de la Policía y una tienda.
La protesta reunió en un principio a unas 300 personas a las puertas de una comisaría de Policía en High Road para pedir "justicia" por la muerte de un joven en un tiroteo con un agente.
"Varias botellas fueron lanzadas contra dos coches de Policía, provocando que uno de ellos ardiera. El segundo coche fue empujado hasta la mitad de High Road y fue incendiado también", explicó un portavoz policial.
"Los agentes no estaban dentro de los vehículos y no hubo heridos", señaló.