Pobladores de Los Roques consideran que el Territorio Insular Miranda traerá mejoras sociales
AVN .- Pobladores del Archipiélago de Los Roques consideran que la conformación del nuevo Territorio Insular Miranda les permitirá tener mayores oportunidades, producto del aprovechamiento racional de los recursos naturales de la región y del impuso a las actividades comerciales y turísticas.
El presidente de la República, Hugo Chávez, anunció el pasado miércoles que la creación, por vía de Ley Habilitante, del territorio insular Miranda, que estará integrado por Los Roques, La Orchila, y el archipiélago de Las Aves, al norte del país.
Informó que esta jefatura contará con un Jefe de Gobierno que ejercerá labores sobre los cuatro espacios y el mar que los rodea, así como con una capital, que se establecerá posiblemente en Los Roques.
"Vamos a darle cuerpo político-territorial (a este grupo de islas) que están dispersas, algunas abandonadas, otras vírgenes, otras tomadas por la delincuencia internacional, por el contrabando o el narcotráfico”, afirmó Chávez.
Para el pescador y habitante del Gran Roque, Pedro Narváez, esta medida responde a un deseo de los pobladores de esta isla.
“Durante años hemos visto como personas que venían de afuera se apropiaban de todas las cosas de aquí y trataban siempre de explotarnos, de pasar por encima de los roqueños y sus necesidades”, dijo.
Expresó que la comunidad de la zona cuenta con los mismos requerimientos de los habitantes de ciudades como Caracas, Valencia, San Cristóbal o Maracaibo y que con este nuevo ordenamiento se vislumbra un impulso al desarrollo de políticas públicas de gestión social.
“Nosotros somos igualmente venezolanos y tenemos metas y sueños, pero también queremos mejoras”, agregó.
Narváez relató que la mayor parte de los lugareños destinan sus esfuerzos a la pesca en las aguas que bordean el islote, o a trabajar en el área turística, que se encuentra en manos del sector privado, y que no cuentan con otras alternativas.
“Aquí los muchachos estudian hasta el bachillerato y luego se ponen a transportar turistas o a trabajar en las posadas, pero si quieren continuar estudiando deben irse a las ciudades y algunos ni regresan”, subrayó.
El pescador explicó que tiene cuatro hijos: los dos mayores se dedican a la recolección de especies marinas, mientras que los más pequeños aún cursan estudios de educación básica.
Para este venezolano, de crearse una jefatura de gobierno en Los Roques, una de las acciones primordiales que debería implementarse sería la puesta en marcha de una universidad o instituto técnico, que le brinde herramientas a la juventud para que puedan desempeñar actividades productivas propias del potencial de la zona.
“Yo confío en que ahora iremos por un buen camino y tendremos más oportunidades para mejorar nuestra vida”, acotó.
Relaciones comerciales más justas
Los habitantes de Los Roques se encuentran expuestos a relaciones de comercio, en las que predomina la tercerización y el encarecimiento de los productos, por parte de quienes los introducen desde el puerto de La Guaira (estado Vargas).
Así lo indicó Jesús Ramón Lugo, quien desde muy joven se dedicó a trabajar transportando en lancha a los visitantes que llegan cada día al archipiélago, provenientes de las ciudades del país como del exterior.
“Tengo desde los diecisiete años trabajando en esto, en un día normal hago cinco viajes diarios y en temporada alta, hasta unos 12”, comentó.
Destacó que la lancha que maneja pertenece a un dueño de una posada, quien recibe 60% de las ganancias obtenidas, por concepto de alquiler, “yo hago los viajes, coloco el combustible y le doy su parte todas las semanas”.
Para este roqueño su trabajo sólo le permite dar sustento a su familia, ya que buena parte del ingreso que obtiene se destina a suplir los costos.
“El barril de combustible trae 200 litros y lo compro en 80 bolívares, y eso me alcanza solo para uno o dos días, por lo que en la semana gasto más de 300 o 400 bolívares, por lo que puede decirse que sobrevivo gracias a las propinas de los clientes que traslado”, subrayó.
Situación similar vive Mercedes Carrillo, que junto a su hermana Perla, atiende un kiosko de empanadas. Ella, cuenta, adquiere los ingredientes que utiliza para su preparación en el operativo de la Red Mercal que se realiza en un barco cada dos semanas.
“Yo espero que llegue el barco para comprar la mayor cantidad de productos Mercal, porque si no, debo ir hasta las bodegas que los venden hasta tres veces más caros”, resaltó.
Esta venezolana nacida y criada la región insular, desea que al instaurarse el Territorio Miranda, lleguen a estas tierras una mayor cantidad de misiones gubernamentales para atender a la comunidad.
“Tenemos un centro hospitalario en construcción, y sé que ahora se va a terminar más rápido, y que también ese Mercal va a estar aquí todas las semanas o todos los días, queremos ser parte del cambio que se ha visto en Venezuela, gracias a la revolución, yo quiero que mi familia salga adelante y ahora eso está más cerca”, dijo.
Hacia un turismo del vivir bien
En las aguas del archipiélago Los Roques se puede observar un contraste entre las modestas embarcaciones de los pescadores y los lujosos yates de los visitantes que acuden a este Parque Nacional.
Así lo comentó Carlos Marquina, representante de Autoridad Única del Área del Parque Nacional Archipiélago Los Roques, quien señaló que en los libros de registro de visitantes recogen que entre 15 y 20 mil personas visitan esa isla cada año.
Detalló que de esa cantidad, 60% corresponde a turistas venezolanos y 40% a internacionales, en su mayoría europeos y brasileros.
“Las personas que vienen, venezolanos o extranjeros, cuentan con un alto nivel adquisitivo, porque llegar hasta acá no es económico, ni accesible para cualquier ciudadano”, acotó.
Marquina planteó que el costo promedio de un día de visita a este Parque Nacional se encuentra en 3.000 bolívares por persona, “esto incluye traslado aéreo, hospedaje en una posada y las comidas”, explicó.
“Hemos avanzado, ya que se ha regulado el tema del cobro de posadas, antes muchos decían que cobraban una cierta cantidad, cuando en verdad era mucho más”, destacó.
A su juicio, el nuevo Territorio Insular Miranda, debe procurar que los ingresos que se obtengan por parte de los turistas, se direccionen a implementar mejoras para sus habitantes, en especial en las áreas de suministro eléctrico y agua potable, así como en pro del desarrollo educativo de la zona.
Por su parte, Gilberto Gonźalez, quien junto a su familia administra un restaurante en las playas de la isla Francisqui, señaló que espera que se apliquen regulaciones en el tema de las relaciones laborales.
“Es una necesidad que tenemos, yo vengo de Valencia (estado Carabobo) y ya tengo cuatro años acá en Los Roques, por lo que he visto, es importante que haya un mayor control, que se garanticen beneficios a los trabajadores y se ajusten los costos de los productos, eso nos permitirá un ofrecer un mejor servicio a todos los visitantes”, dijo.
Para González, la actividad turística debe ir de la mano con el desarrollo de la comunidad y con la prestación de un servicio que pueda incluir a más venezolanos.
“Aquí viene mucha gente cada semana y en especial en la temporada alta, pero hay muchos que no cuentan con los recursos económicos para tomar un vuelo y pagar las posadas, este paraíso debe ser disfrutado por más gente; esto permitirá que se obtengan más recursos que impulsen un mayor desarrollo en este parque”, afirmó.
Los Roques como garantía de soberanía
Para el politólogo e internacionalista, Manuel José Montañez, la conformación del nuevo Territorio Insular Miranda garantizará la soberanía plena del Gobierno Nacional en estos espacios, lo que permitirá asegurar el acceso de los ciudadanos a un mayor bienestar económico y social.
El experto en geopolítica destacó que esta iniciativa data desde 1970 y persigue tener control sobre la zona económica, para poder explotar, de manera racional, las riquezas allí existentes, tanto de fauna amarina y submarina, como de minerales y reservas petroleras y gasíferas.
“Estas reservas han sido codiciadas por los Estados Unidos y muchas naciones europeas, y han hecho esfuerzos por adueñarse de ellas”, dijo.
Explicó, que el solo hecho de que el Estado pueda ejercer la soberanía sobre la Isla de Aves le otorgará un mar de 1.700 kilómetros en el mar Caribe, lo que impedirá que aquellos con intereses contrarios a los de la nación puedan causar un daño ecológico.
“Esta medida es importante porque muchos estudios revelan que que para mediados de este siglo XXI, las guerras entre naciones se producirán por el deseo de poseer control sobre los cuerpos de agua. Asimismo, si en algún momento nuestros recursos de agua dulce sufrieran una gran disminución, podríamos desalinizar agua de esta inmensidad de mar y satisfacer las necesidades de consumo de nuestra sociedad”, explicó.
Montañez reveló las ventajas, que a su juicio, tendrá el ordenamiento del Territorio Insular Miranda, entre las que incluyó la posibilidad de acceder en un mediano plazo a las riquezas marinas y submarinas de estas islas, para comenzar a satisfacer las necesidades importantes de la sociedad; no sólo en términos económicos, sino también en el aspecto alimentario, por la cantidad de bancos de peces que se encuentran en estas aguas y que se han protegido gracias a Ley de Pesca y Acuicultura, impulsada por la revolución.
Con relación al aspecto jurídico, el especialista en geopolítica informó que se está concretando un aspecto que está incluido en la Constitución de la República y en el Plan Nacional Simón Bolívar 2007- 2013, en torno a la necesidad de que el Estado regule, controle y garantice todo el territorio de la nación, de acuerdo a los máximos intereses de la felicidad social.
“En el área social se puede crear una infraestructura de turismo que permita que ciudadanos que jamás en su vida hubiesen pensado en la posibilidad de visitar estos espacios, tengan por fin medios para tener acceso”, apunto.
Mientras que en el área de cooperación internacional, el politólogo destacó, que se impulsará la evolución del Acuerdo de Cooperación Energética PetroCaribe, que ha sido creado por el Gobierno Bolivariano, con el fin de resolver las asimetrías en el acceso a los recursos energéticos, a través de un nuevo esquema de intercambio favorable, equitativo y justo entre los países de la región caribeña, de los cuales la mayoría no cuenta con un control estatal del suministro de estos recursos.
Para Montañez la ley que dará vida a este nuevo territorio insular, y que se aprobará en el marco de la Habilitante, debe prestar particular interés en garantizar la formación de un turismo con conciencia de preservación del medio ambiente, “ una educación y una cultura para respetar el ecosistema, se debe educar al pueblo para que cuente con las herramientas necesarias para realizar un verdadero empoderamiento” expresó.
