Una tormenta solar puede afectar este fin de semana a las comunicaciones por satélite y a los Sistemas de Posicionamiento Global (GPS), advirtió hoy la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de EE.UU. (NOAA).
Los operadores de redes eléctricas trabajan para evitar eventuales apagones o fallos en sus sistemas, pero las erupciones solares que impactaron la tierra podrían perjudicar las comunicaciones durante los dos próximos días.
Las tormentas solares se producen a partir de una erupción en la atmósfera externa del sol, que lanza miles de millones de toneladas de plasma que se propagan por el espacio en forma de nube a miles de kilómetros por hora.
La versión más amable del fenómeno son las inofensivas auroras boreales, pero las erupciones solares pueden producir también rayos cósmicos peligrosos para la tecnología en la Tierra, las naves espaciales, y los astronautas.
Los percances que pueden desencadenar una tormenta solar abarcan desde apagones de luz hasta problemas en las comunicaciones con los satélites o con pilotos de aviones que sobrevuelan los polos.
Las erupciones solares comenzaron el martes, pero la más fuerte fue detectada hoy gracias al satélite ACE de la NASA.
En 1989, una tormenta solar dejó sin funcionamiento los sistemas eléctricos en Quebec (Canadá), pero la NOAA no espera que las erupciones de estos días sean tan fuertes ni que lleguen a tener un efecto similar.
Los operadores de redes eléctricas trabajan para evitar eventuales apagones o fallos en sus sistemas, pero las erupciones solares que impactaron la tierra podrían perjudicar las comunicaciones durante los dos próximos días.
Las tormentas solares se producen a partir de una erupción en la atmósfera externa del sol, que lanza miles de millones de toneladas de plasma que se propagan por el espacio en forma de nube a miles de kilómetros por hora.
La versión más amable del fenómeno son las inofensivas auroras boreales, pero las erupciones solares pueden producir también rayos cósmicos peligrosos para la tecnología en la Tierra, las naves espaciales, y los astronautas.
Los percances que pueden desencadenar una tormenta solar abarcan desde apagones de luz hasta problemas en las comunicaciones con los satélites o con pilotos de aviones que sobrevuelan los polos.
Las erupciones solares comenzaron el martes, pero la más fuerte fue detectada hoy gracias al satélite ACE de la NASA.
En 1989, una tormenta solar dejó sin funcionamiento los sistemas eléctricos en Quebec (Canadá), pero la NOAA no espera que las erupciones de estos días sean tan fuertes ni que lleguen a tener un efecto similar.
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