Según sondeo, la mayoría de los chilenos consideró que no se debió dejar en libertad a los involucrados en los actos vandálicos registrados en las últimas protestas de estudiantes.
La mayoría de los chilenos estima que los estudiantes que llevan a cabo una movilización en demanda de una mejor educación pública desde hace tres meses deberían regresar a clases y rechazan, además, la violencia por parte de encapuchados.
Según un sondeo realizado por El Mercurio y Opina S.A, difundido este domingo, un 54,3 % de los chilenos cree que los estudiantes ya deben volver a sus aulas, frente a un 40 % que estima que deben continuar las movilizaciones.
Por otro lado, un 60,7 % apoya que se autoricen las marchas por las principales avenidas de la capital chilena y otro 83,2 % piensa que no se debió dejar en libertad a involucrados en actos vandálicos en las últimas protestas.
Asimismo, un 59,9 % de los consultados está de acuerdo con que existan carabineros de civil en las marchas, hecho que ha sido rechazado por estudiantes y políticos de oposición.
Otro 43,9 % cree que la acción del Gobierno ante las protestas "ha sido dura" y un 51,5 % está de acuerdo con el nuevo plan que lanzó el Gobierno para evitar que los estudiantes pierdan el año.
La encuesta hace alusión al programa "Salvemos el año escolar", que considera que los colegios que no están ocupados por los alumnos puedan compartir infraestructura con otros.
Una segunda opción contempla acondicionar locales alternativos como gimnasios y bibliotecas para que cumplan la función de salas de clases.
Una última alternativa es que si ninguna de las dos posibilidades anteriores se puede realizar se dará la opción de rendir exámenes libres a fin de año, que evaluarán los contenidos mínimos de aprendizaje esperados para cada nivel.
Por otro lado, el sondeo da cuenta de la coincidencia en los distintos sectores con respecto a los niveles de intransigencia de los actores involucrados.
Según el estudio, las posturas intransigentes se perciben mayoritariamente tanto en el Gobierno como en los dirigentes estudiantiles y los profesores.
Y respecto de las posibles soluciones, los chilenos tienen su opinión clara.
Así, el 86,7 % está de acuerdo con la propuesta de los congresistas de abrir un debate amplio en el Parlamento con los principales actores involucrados.
Los estudiantes chilenos iniciaron las movilizaciones a mediados de mayo para exigir que el Gobierno central vuelva a administrar la educación primaria y secundaria, que se prohíba a las instituciones privadas lucrarse con la educación y que se garantice en la Constitución el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad.
Este domingo los estudiantes universitarios rechazaron la mesa de diálogo en el Congreso, aunque los secundarios disienten un poco de esta determinación.
El pasado jueves, los jóvenes en general descartaron de forma "categórica" la mediación de la Iglesia católica chilena en el conflicto estudiantil.
La encuesta se realizó del 11 al 12 de agosto, entre los residentes de las 34 comunas de Santiago, a unas 500 personas mayores de 18 años.
El sondeo tiene un 5,0 % de margen de error para los resultados, con un nivel de confianza del 95%. EFE
Por otro lado, un 60,7 % apoya que se autoricen las marchas por las principales avenidas de la capital chilena y otro 83,2 % piensa que no se debió dejar en libertad a involucrados en actos vandálicos en las últimas protestas.
Asimismo, un 59,9 % de los consultados está de acuerdo con que existan carabineros de civil en las marchas, hecho que ha sido rechazado por estudiantes y políticos de oposición.
Otro 43,9 % cree que la acción del Gobierno ante las protestas "ha sido dura" y un 51,5 % está de acuerdo con el nuevo plan que lanzó el Gobierno para evitar que los estudiantes pierdan el año.
La encuesta hace alusión al programa "Salvemos el año escolar", que considera que los colegios que no están ocupados por los alumnos puedan compartir infraestructura con otros.
Una segunda opción contempla acondicionar locales alternativos como gimnasios y bibliotecas para que cumplan la función de salas de clases.
Una última alternativa es que si ninguna de las dos posibilidades anteriores se puede realizar se dará la opción de rendir exámenes libres a fin de año, que evaluarán los contenidos mínimos de aprendizaje esperados para cada nivel.
Por otro lado, el sondeo da cuenta de la coincidencia en los distintos sectores con respecto a los niveles de intransigencia de los actores involucrados.
Según el estudio, las posturas intransigentes se perciben mayoritariamente tanto en el Gobierno como en los dirigentes estudiantiles y los profesores.
Y respecto de las posibles soluciones, los chilenos tienen su opinión clara.
Así, el 86,7 % está de acuerdo con la propuesta de los congresistas de abrir un debate amplio en el Parlamento con los principales actores involucrados.
Los estudiantes chilenos iniciaron las movilizaciones a mediados de mayo para exigir que el Gobierno central vuelva a administrar la educación primaria y secundaria, que se prohíba a las instituciones privadas lucrarse con la educación y que se garantice en la Constitución el derecho a una educación pública, gratuita y de calidad.
Este domingo los estudiantes universitarios rechazaron la mesa de diálogo en el Congreso, aunque los secundarios disienten un poco de esta determinación.
El pasado jueves, los jóvenes en general descartaron de forma "categórica" la mediación de la Iglesia católica chilena en el conflicto estudiantil.
La encuesta se realizó del 11 al 12 de agosto, entre los residentes de las 34 comunas de Santiago, a unas 500 personas mayores de 18 años.
El sondeo tiene un 5,0 % de margen de error para los resultados, con un nivel de confianza del 95%. EFE
