El Ejército sirio no está dispuesto a dar tregua a los opositores al régimen de Bachar al Asad, y prueba de ello son los bombardeos que hoy lanzó contra la ciudad de Latakia, en el noroeste del país, tanto desde el mar como por tierra.
Según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 25 personas fallecieron en una ofensiva que empleó barcos de guerra y tanques en esta localidad costera.
Los bombardeos tuvieron como objetivos el barrio meridional de Raml, escenario de fuertes protestas contra Al Asad, y el campo de refugiados palestinos ubicado en ese mismo vecindario, por lo que se estima que entre las víctimas hay varios palestinos.
El presidente del Observatorio de Derechos Humanos, Rami Abdel Rahman, señaló a Efe desde Londres que muchos de los heridos se encuentran graves y que el saldo final de muertos podría ascender.
Los grupos opositores recogieron testimonios de personas que habían visto barcos de guerra disparando sobre la ciudad desde el mar y las televisiones árabes difundieron imágenes de alguno de estos navíos.
Sin embargo, la agencia oficial de noticias SANA negó los bombardeos y justificó una vez más la presencia de las tropas en las calles de la ciudad para perseguir a "hombres armados que aterrorizan a la gente y atacan con explosivos la propiedad pública y privada".
Según SANA, llegaron a los hospitales locales los cuerpos sin vida de dos personas y 41 heridos, todos ellos miembros de las fuerzas de seguridad, además de otrosl cuatro cuerpos de "hombres armados" sin identificar.
La ofensiva contra el barrio Al Raml, donde tanques y vehículos blindados habían sido desplegados y un joven había muerto en la víspera, no fue la única del día.
El grupo opositor Comités de Coordinación Local dio cuenta, también en Latakia, de un intenso tiroteo en el barrio de Saliba y de ataques con proyectiles de mortero contra los hogares de Al Sakanturi.
Fue en este último barrio donde una niña de dos años y medio falleció por un disparo mientras acompañaba en coche a su padre cerca de un puesto de control.
La imagen del cadáver, cubierto por una sábana blanca, levantó la indignación de muchos activistas en las redes opositoras en Facebook.
Además, los Comités informaron de que cientos de personas fueron detenidas en redadas en los barrios de Shaleah y Ghoraf, en la misma ciudad.
También hubo una amplia campaña de detenciones en Saqba y Hamuriya, dos suburbios de Damasco, así como en algunas zonas de la provincia de Rif Damasco (este), donde miembros de la Policía y del Ejército sirios habían irrumpido de madrugada.
Por su parte, el director de la Organización Nacional Siria de los Derechos Humanos, Ammar Qurabi, elevó el número de muertos a 26 en Latakia, y cuantificó otros cuatro repartidos en las ciudades de Homs (centro), Hama (centro) e Idleb (norte).
A partir del inicio del mes de ayuno del ramadán, el 1 de agosto, los ataques del Ejército se han intensificado en todo el país con vistas a aplastar la oposición al régimen, que desde el pasado marzo ha salido a las calles pidiendo la salida de Bachar al Asad.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, desde el inicio de la revuelta popular han muerto al menos 1.785 civiles y 410 miembros de las fuerzas de seguridad, unas cifras que no incluyen a las víctimas que se produjeron entre los pasados días 3 y 10 de agosto en Hama. Efe
Según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 25 personas fallecieron en una ofensiva que empleó barcos de guerra y tanques en esta localidad costera.
Los bombardeos tuvieron como objetivos el barrio meridional de Raml, escenario de fuertes protestas contra Al Asad, y el campo de refugiados palestinos ubicado en ese mismo vecindario, por lo que se estima que entre las víctimas hay varios palestinos.
El presidente del Observatorio de Derechos Humanos, Rami Abdel Rahman, señaló a Efe desde Londres que muchos de los heridos se encuentran graves y que el saldo final de muertos podría ascender.
Los grupos opositores recogieron testimonios de personas que habían visto barcos de guerra disparando sobre la ciudad desde el mar y las televisiones árabes difundieron imágenes de alguno de estos navíos.
Sin embargo, la agencia oficial de noticias SANA negó los bombardeos y justificó una vez más la presencia de las tropas en las calles de la ciudad para perseguir a "hombres armados que aterrorizan a la gente y atacan con explosivos la propiedad pública y privada".
Según SANA, llegaron a los hospitales locales los cuerpos sin vida de dos personas y 41 heridos, todos ellos miembros de las fuerzas de seguridad, además de otrosl cuatro cuerpos de "hombres armados" sin identificar.
La ofensiva contra el barrio Al Raml, donde tanques y vehículos blindados habían sido desplegados y un joven había muerto en la víspera, no fue la única del día.
El grupo opositor Comités de Coordinación Local dio cuenta, también en Latakia, de un intenso tiroteo en el barrio de Saliba y de ataques con proyectiles de mortero contra los hogares de Al Sakanturi.
Fue en este último barrio donde una niña de dos años y medio falleció por un disparo mientras acompañaba en coche a su padre cerca de un puesto de control.
La imagen del cadáver, cubierto por una sábana blanca, levantó la indignación de muchos activistas en las redes opositoras en Facebook.
Además, los Comités informaron de que cientos de personas fueron detenidas en redadas en los barrios de Shaleah y Ghoraf, en la misma ciudad.
También hubo una amplia campaña de detenciones en Saqba y Hamuriya, dos suburbios de Damasco, así como en algunas zonas de la provincia de Rif Damasco (este), donde miembros de la Policía y del Ejército sirios habían irrumpido de madrugada.
Por su parte, el director de la Organización Nacional Siria de los Derechos Humanos, Ammar Qurabi, elevó el número de muertos a 26 en Latakia, y cuantificó otros cuatro repartidos en las ciudades de Homs (centro), Hama (centro) e Idleb (norte).
A partir del inicio del mes de ayuno del ramadán, el 1 de agosto, los ataques del Ejército se han intensificado en todo el país con vistas a aplastar la oposición al régimen, que desde el pasado marzo ha salido a las calles pidiendo la salida de Bachar al Asad.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, desde el inicio de la revuelta popular han muerto al menos 1.785 civiles y 410 miembros de las fuerzas de seguridad, unas cifras que no incluyen a las víctimas que se produjeron entre los pasados días 3 y 10 de agosto en Hama. Efe