El Gran Premio de India no decepcionó. El circuito, ubicado en las afueras de Delhi en tierras expropiadas a muchos campesinos, respondió a las expectativas. Su coste desorbitado le convierte en una de las mejores obras de la F-1, con un trazado amplio y muchas posibilidades de adelantamientos. Allí, en el estreno, volvió a ganar Sebastian Vettel. El piloto alemán, ya doble campeón mundial, no levanta el pie del acelerador y no permite que nadie le cuestione su calidad ni sus victorias. Ahora mismo, ya no está luchando por sumar más puntos sino por asegurarse nuevos triunfos que le permitan igualar el record de Michael Schumacher, que logró 13 victorias en la temporada 2004. Vettel lleva 11 y le quedan dos carreras para la conclusión: su objetivo es asumible, vista la superioridad de su coche y la confianza con que afronta cada carrera. El segundo récord que podría superar también es el de poles, que detenta Nigel Mansell, con 14 (Vettel lleva ya 13), en 1992.
Con el primer puesto de Vettel asegurado desde la salida, la carrera mantuvo el interés por el duelo que mantienen Alonso, Webber y Button por el subcampeonato. En la salida, Button fue el mejor porque adelantó a Alonso y a Webber (en la cuarta curva) y se colocó segundo. Fue una jugada estratégica de mucho nivel, porque aquello le permitió lanzarse a un ataque desaforado contra Vettel y le alejó casi definitivamente de sus perseguidores. Durante la carrera nadie le cuestionó la segunda posición. El duelo principal se centró, pues, en la tercera plaza. Y ahí Alonso y Webber mantuvieron una disputa endiablada hasta las últimas vueltas. Webber la mantuvo hasta la 39ª vuelta, cuando Alonso realizó su segundo cambio de neumáticos, tras aguantar dos vueltas más que el australiano, y salió por delante. Solo en las vueltas finales, el de Red Bull pareció poder eliminar las diferencias y recuperar la última plaza del podio. Pero Alonso la defendió con los dientes y se la ganó.
El duelo por el subcampeonato se centra tras esta carrera en Button y Alonso, porque Webber se descolgó algo con su cuarta posición. En la clasificación, Vettel es ya inalcanzable y campeón, mientras que Button es segundo con 240 puntos, seguido del asturiano con 227. Webber es cuarto, con 221 puntos. La batalla se presenta interesante porque los tres coches que lideran el campeonato están más igualados que nunca. Sin embargo, parece evidente que si alguien tiene una ligera ventaja es McLaren.
La carrera estuvo también marcada por un nuevo incidente entre Felipe Massa y Lewis Hamilton. Pero esta vez, los comisarios entendieron que la culpa fue del piloto de Ferrari, que cerró por completo a Hamilton cuando este intentaba adelantarle en una curva de izquierda. Massa realizó su trazada, sin respetar a un Hamilton que le había ganado parte de la posición. Los dos coches chocaron y el británico se llevó la peor parte porque tuvo que entrar en el taller para cambiar el alerón delantero. Massa fue penalizado con una pasada por la línea de talleres. Perdió muchas posiciones y unas vueltas más tarde, en la 34ª, se vio obligado a abandonar cuando pisó un piano muy alto y rompió la suspensión delantera izquierda.
Jaime Alguersuari, por su parte, volvió a entrar en los puntos tras realizar una carrera memorable. El barcelonés, de 21 años, concluyó octavo y logró así su tercer mejor resultado en la fórmula 1, después de sus dos séptimas posiciones conseguidas en Italia y en Corea esta misma temporada. Alguersuari le ha tomado la medida a su Toro Rosso y a la F-1 y se siente en confianza. La prueba más evidente de ello son los excelentes resultados que está consiguiendo y la superioridad que demuestra sobre su principal rival, su compañero de equipo, Sebastian Buemi, que abandonó tras 26 vueltas por problemas mecánicos. Ahora, Alguersuari suma 26 puntos, nueve más que el piloto suizo. "Muy contento por la carrera. Fue muy tranquila. Tuve un buen ritmo desde el principio y acabé octavo que era lo máximo a lo que podía aspirar", concluyó Alguersuari.
Antes de la carrera se guardó un minuto de silencio en recuerdo de los pilotos Dan Wheldon, doble campeón de las 500 Millas de Indianápolis, y Marco Simoncelli, corredor de MotoGP, fallecidos recientemente en sendos accidentes en los circuitos de Las Vegas y Sepang.
EL PAIS
