El primer ministro de Rumanía, el conservador Emil Boc, anunció en Bucarest su dimisión en un discurso ante el gabinete de Gobierno, tras las fuertes protestas registradas contra su política de austeridad.
"He tomado la decisión de presentar mi dimisión para distender la situación política y social del país, pero también para no perder lo que los rumanos han ganado: la estabilidad económica", aseveró Boc ante sus ministro, en un discurso retransmitido por televisión.
Rumanía, un país duramente golpeado por la crisis económica, vivió en la segunda quincena del pasado mes de enero violentas manifestaciones contra los duros recortes del Gobierno.
Las manifestaciones habían pedido la dimisión de Boc y del presidente Traian Basescu, a quien acusan de autoritarismo.
La coalición opositora entre el Partido Social Demócrata (PSD) y el Partido Nacional Liberal (PNL) ha celebrado esta dimisión y ha exigido elecciones anticipadas y la dimisión de Basescu.
Percibido en Rumanía como una "marioneta" del presidente, Boc defendió una vez más su política de ahorro, que a su juicio "han salvado el país del colapso económico".
"He tomado decisiones muy difíciles, pensando en el futuro de Rumanía, no porque he querido, sino porque ha sido necesario", aseguró el político conservador.
Tras su marcha, el presidente deberá ahora nombrar un nuevo primer ministro, que deberá ser refrendado por un Parlamento dominado por la coalición de centro-derecha que gobierna el país.
La dimisión de Boc se produce tras la más reciente visita de evaluación a Bucarest del Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que Rumanía ha firmado dos acuerdos de crédito y ha aplicado una de las políticas de austeridad más duras del continente.
En un comunicado de ayer, el FMI aplaudió de nuevo el programa de reformas del Gobierno de Boc, que sin embargo ha afectado al nivel de vida de los rumanos y ha provocado las protestas que le han costado ahora el cargo.
EFE