La Agencia Venezolana de Noticias (AVN), realizó un reportaje que recoge algunas de las caricaturas que publicaron los diarios nacionales, días previos a los eventos del 11 de Abril de 2002.
A continuación el reportaje completo:
Pocos días antes del golpe de Estado de abril de 2002, distintos caricaturistas de medios impresos como El Mundo, Últimas Noticias y El Universal buscaban,a través de sus dibujos, ridiculizar al Jefe de Estado, Hugo Chávez, en consonancia con una línea editorial que se plegaba a la desestabilización.Dentro de un panorama donde los diarios privados alentaban al “paro nacional”, en medio de una campaña en contra de los Círculos Bolivarianos y las “hordas chavistas”, surgió, el 20 de marzo de 2002, una imagen del Presidente de la República vestido como payaso que le decía “Uep” a un grupo de marionetas manejadas por él, que igualmente le respondían “Uep”.La caricatura de Edo publicada por El Mundo fue una de las muchas que aparecieron por esos días en los medios impresos, para mofarse abiertamente del Mandatario nacional. Dos días antes, este mismo diario había publicado un dibujo que acompañaba un texto donde irónicamente se responsabilizaba al Gobierno Nacional de la desestabilización.“Estamos llegando al umbral de una definición crucial, que antes está en manos del Gobierno que de la oposición: o corre por el atajo del fascismo más tenebroso o respeta las reglas del ejercicio democrático sobreponiendo al soberano como árbitro legítimo de nuestros conflictos”, decía el artículo que el caricaturista de El Mundo ilustró.Sin embargo, Edo no se quedó atrás, y acompañó este artículo de opinión, con la imagen de un hombre de rasgos simiescos, con una verruga en la frente, y con un altavoz en la mano, de cuya boca salían múltiples lenguas que en sus extremos tenían guantes de boxeo.Dibujó también a un supuesto Chávez con sombrero, espada, una nariz larga, como la del personaje Pinocho, y un parche en un ojo. Estos dibujos buscaban vender la idea de que Chávez era el único responsable de la confrontación y de los problemas que existían en el país.Otro ejemplo se observa en una caricatura en que aparece el Jefe de Estado arrojando un cigarrillo encendido al suelo, mientras esta sentado sobre un barril de petróleo del que se derramaba el hidrocarburo. En la gráfica se responsabilizaba al Mandatario del conflicto de Petróleos de Venezuela, que estalló por la huelga ilegal de los directivos de esa empresa, quienes paralizaron y sabotearon la industria con fines golpistas.Este es sólo un ejemplo de lo que el Premio Nobel de Literatura, Elias Canetti, ilustraba en su libro Masa y Poder, donde vincula el acto de comer con el de reír y compara la risa humana con el sonido que produce la hiena ante el robo de su comida. “Uno ríe en lugar de comer (…) Toda caída que da risa evoca la desvalidez del caído; si se quisiera se le podría tratar como presa”, dice.Pero además de este caricaturista también otros prepararon sus mandíbulas y su pincel para descargarlo contra una persona: el presidente Hugo Chávez.El caricaturista Fonseca, en Últimas Noticias, para alimentar la campaña de descrédito que los medios apuntaron hacia el Chávez, ilustró un consultorio médico donde el paciente le decía al psicólogo. “Lo mío es terrible doctor, cada vez que escucho a Chávez le creo”.Con una larga trayectoria dentro del periodismo humorístico, el diputado de la Asamblea Nacional y profesor universitario, Earle Herrera, dijo que así como se burlaron del presidente Cipriano Castro porque llevaba un gobierno nacionalista más de 100 años hablaban del “Mico-Mandante”, al referirse al líder de la revolución bolivariana.La crítica al poder es el argumento que sacan a la luz quienes hacen esos trazos de burla, pero verdaderamente ¿son caricaturas contra el poder? Herrera asegura que están al servicio de los poderes oligárquicos, de los poderes de facto de la sociedad: el eclesiástico, el mediático y el económico.“Cuando la caricatura está al servicio de los explotadores, de las clases dominantes, de las marcas comerciales, cae en su peor degradación”, considera.