Reuters) - Venezuela intentaba el domingo apaciguar las llamas e iniciaba la remoción de escombros del más letal accidente en su industria petrolera, que mató al menos a 39 personas, hirió a unas cincuenta y provocó daños en la mayor refinería del país OPEP.
En la última declaración oficial, el vicepresidente Elías Jaua reportó que conforme se extinguía el fuego comenzaban las labores de rescate, las que permitieron encontrar nuevas víctimas fatales entre los escombros calcinados de las viviendas ubicadas alrededor del centro refinador.
“El incendio ha sido reducido, sin embargo, no ha podido ser extinguido hasta el momento. Reiteramos que está bajo control de los bomberos y los cuerpos de seguridad de PDVSA”, dijo Jaua a reporteros tarde el sábado.
“El incendio ha sido reducido, sin embargo, no ha podido ser extinguido hasta el momento. Reiteramos que está bajo control de los bomberos y los cuerpos de seguridad de PDVSA”, dijo Jaua a reporteros tarde el sábado.
“En la medida en que hemos ido reduciendo el fuego, hemos podido ir removiendo escombros y eso nos ha permitido encontrar nuevos cadáveres (…) hasta este momento la cifra de 39 compatriotas que están en la morgue”, agregó.
El sábado, una explosión en la refinería de Amuay, con una capacidad de 645.000 barriles por día (bpd), destruyó el área de tanques de almacenamiento de la planta, afectó a un pequeño destacamento militar y a más de 200 viviendas.
La magnitud del flagelo obligó al presidente Hugo Chávez a declarar tres días de luto nacional y diversos eventos públicos fueron pospuestos, como un simulacro electoral para poner a punto los sistemas de cara a las presidenciales del 7 de octubre donde el mandatario buscará una nueva reelección.
Diversos gobiernos aliados de Caracas, como Nicaragua y Bolivia, se apresuraron en mostrar sus condolencias.
El funcionario estimó además que la refinería podría volver a la normalidad el lunes.El ministro de Energía, Rafael Ramírez, aseguró el sábado que no habían unidades de proceso afectadas y descartó declarar la fuerza mayor debido a que el país cuenta con suficientes inventarios para atender los envíos y la demanda local.
Pese a los anuncios de Ramírez, operadores estimaron que la exportación de crudo y derivados venezolanos experimentará demoras en los próximos días tras el incidente.
Amuay es uno de los principales puntos de exportación de derivados de Venezuela, principalmente con destino a Estados Unidos, y forma parte del Centro Refinador Paraguaná (CRP), el segundo mayor del mundo detrás de Jamnagar, en India.
El accidente encendió las alarmas sobre el estado de las instalaciones petroleras de una nación miembro de la OPEP que ha sufrido numerosos incidentes operacionales en los últimos años, los que han perjudicado su producción y capacidad para cumplir con sus ambiciosas metas de expansión.
La noche del sábado, Chávez emitió un comunicado donde se comprometió a “llegar hasta la verdad” del origen del siniestro, mientras sindicatos acusaban a la falta de mantenimiento como la causante del accidente.
En la última década, las refinerías venezolanas han sido afectadas por frecuentes fallas en el sistema de energía, lo que sumado a incidentes y demoras en los mantenimientosplanificados han afectado el volumen de exportaciones del mayor suplidor de crudo de Sudamérica