50 familias del barrio Alí Primera exigen la presencia de las autoridades tras la explosión en Amuay
Durante la madrugada del sábado, los vecinos del barrió Alí Primera, adyacente a la refinería de Amuay, sintieron cómo sus casas se estremecieron con la explosión de dos tanques de gas propano-butano.
“Menos mal que estaba sola, porque mis hijos no se quedaron a dormir anoche. Estaba dormida: sentí la explosión y vi cómo las láminas del cielo raso caían al suelo y gracias a que mi cama está pegada a la pared, fue que no salí herida”.
Los testimonios recogidos por el diario El Amanecer se repiten. Evelio Gómez, quien vive en el mismo sector, pero en la calle Negro Primero relató que a muchas de las casas alcanzadas por la onda expansiva se les cayeron los techos, se les rompieron los vidrios, así como las puertas y las ventanas.
A Sheila Azoácar le resultó herido un hijo: el pequeño se encontraba durmiendo cuando el techo de su habitación le cayó encima. El televisor aguantó el peso del techo y el niño logró salvarse.
Los vecinos del barrio Alí Primera exigen la presencia de las autoridades, pues no sabe cuál será su destino.
Con información del diario El Amanecer