Los miomas no presentan síntomas habitualmente, sin embargo, podrían ocasionar fuertes dolores abdominales, alteraciones menstruales, sangrados abundantes con riesgos de anemia, molestias urinarias, entre otros; los miomas uterinos también podrían llegar a ser responsables de infertilidad.
“Los miomas, también llamados fibromas, son tumores benignos por crecimiento anormal del músculo uterino, las mujeres que padecen de este mal oscilan entre los 30 y 40 años”, explica el doctor Fernando Valencia Krauss, Ginecologo de Oncogyn.
Los miomas se desarrollan cuando hay un nivel elevado de hormonas (estrógeno) y disminuyen en la menopausia cuando los niveles hormonales son más bajos. El porcentaje de mujeres diagnosticadas con fibromas, varía entre 20% y 25%.
Las investigaciones estiman que hasta un 77% de mujeres con fibromas desconocen su presencia debido a que muchas no presentan síntomas. “Al principio, son asintomáticos, y según el crecimiento del tumor pueden alcanzar grandes dimensiones, llegando a simular un embarazo”, manifestó el galeno.
Cuando los miomas son pequeños y no causan síntomas, la paciente debe realizase un examen pélvico cada seis meses o cada año para asegurar que mantengan su tamaño. En algunos casos, pueden recetarse medicamentos para controlar los sangrados y reducir los tumores de manera temporal.
Sin embargo, cuando los tumores causan síntomas importantes, si por su tamaño, interfieren con la fertilidad o complican un embarazo, es necesario extirparlos. En ese sentido, los miomas uterinos pueden causar abortos en el primer trimestre de gestación o partos prematuros, además de forzar la mala postura del bebé o alterar su nacimiento.
“La cirugía es el tratamiento que mejor eficacia ha demostrado para controlar un mioma uterino“, mencionó Valencia Krauss, quien recomendó a todas las mujeres realizarse chequeos ginecológicos esporádicos para detectar su temprana aparición.
RPP