Las autoridades de la delegación (vicealcaldía) de Iztapalapa, en Ciudad de México, anunciaron hoy que prohibirán a sus habitantes disparar al aire durante las fiestas callejeras, religiosas o civiles, después de que recientemente murió un menor en un cine por una bala perdida.
El coordinador de Seguridad Pública de Iztapalapa, Carlos Candelaria López, informó a medios locales que dialogarán con los representantes de diversos grupos vecinales para explicar que no se permitirá el uso de armas en los festejos que desarrollan en ese barrio, que tiene casi dos millones de habitantes.
"El jefe delegacional no está en contra de sus usos y costumbres y tradiciones como tal, pero tirar bala no es una tradición", explicó el funcionario.
Candelaria López indicó que se busca erradicar el uso de armas de fuego y lograr una conciencia de "cero tolerancia" por parte de las autoridades.
"Va a haber tolerancia cero en Iztapalapa, por lo que ya estamos en pláticas con cada una de las comparsas y verificando cualquier evento festivo que se haga en Iztapalapa; vamos a erradicar el uso del arma y que quede claro que se les respeta sus usos y costumbres, pero no se va a permitir el uso del arma", indicó.
En diversas zonas de este barrio se desarrollan numerosas fiestas religiosas, de las cuales el vía crucis de Jesucristo en Semana Santa es la más grande, y en muchas de ellas las personas acostumbran sacar sus armas y festejar con tiros al aire.
"En su momento no se hizo algo tajante para evitar que estas situaciones se presentaran; sin embargo, ahora nos toca a nosotros realizar lo competente", dijo Candelaria.
El pasado 2 de noviembre un menor de edad recibió un tiro en la cabeza mientras asistía con su familia a una proyección de una película en un cine de este barrio, y dos días después falleció.
De acuerdo con la investigación de la Fiscalía capitalina, la bala que provocó la muerte del menor no fue disparada dentro del cine, sino de fuera y entró por el techo de lámina.
Durante la investigación los peritos recogieron diversos cartuchos y balas, unas que se encontraron en el techo y otras que fueron proporcionadas por vecinos y que, según sus versiones, fueron recogidas en diversas ocasiones.
EFE