DPA) – El Barcelona sacó hoy provecho del envión anímico de la clasificación a cuartos de final de Liga de Campeones, derrotó con comodidad por 3-1 al Rayo Vallecano y dio un paso más hacia el título de la Liga española de fútbol.
El equipo azulgrana reposó en la recuperación de la sociedad entre Lionel Messi y David Villa, quienes se repartieron las asistencias y los goles de los tres tantos, y mantuvo la diferencia de 13 puntos por encima del Real Madrid, que el sábado batió por 5-2 al Mallorca.
Messi brilló con un doblete (40 y 57 minutos), producto de dos pases-gol de Villa, mientras que el “Guaje” había abierto la cuenta (25′), tras un enorme pase del crack argentino.
La “Pulga” ya suma 42 goles en el campeonato y se consolidó como el máximo artillero, 15 tantos por encima de su escolta Cristiano Ronaldo.
El Rayo, que descontó en la segunda mitad por medio de Raúl Tamudo, verdugo eterno del Barcelona (70′), sufrió su tercera caída en los últimos cinco encuentros y desaprovechó la posibilidad de volver a la lucha por los puestos de clasificación a la Liga Europa.
Con el regreso de Cesc Fábregas en el once inicial, el Barcelona comenzó el duelo en el Camp Nou con la alegría del triunfo por 4-0 sobre el Milan el martes.
El equipo anfitrión apenas tardó diez minutos en poder superar la presión ejercida por el Rayo en los primeros metros.
Un tiro libre de Messi estrellado en el travesaño sirvió como amenaza para el portero Rubén, mientras que Adriano daba la única mala nota para los ganadores, al retirarse lesionado recién a los 21 minutos.
Poco antes de la media hora se rompió la paridad: Messi encontró espacio en tres cuartos de campo, dio un pase quirúrgico a Villa, quien definió con un tiro cruzado firme y empezaba a cerrar una semana soñada, después de la difícil temporada que tuvo que protagonizar.
La devolución de gentilezas del asturiano para con el ganador de los últimos cuatro Balones de Oro se produjo a falta de cinco minutos para el final: Villa dio un pase al claro a Messi, quien definió con un zurdazo cruzado y empezó a sellar la historia a favor de los catalanes.
Mientras el Rayo continuaba con su apuesta al pase corto y al buen trato de la pelota, el Barcelona alimentaba su triunfo con la magia de sus delanteros.
El tercer tanto llegó en los primeros minutos de la segunda mitad, cuando Villa habilitó en mitad de cancha a Messi y el argentino le ganó en velocidad a Anaitz Arbilla para definir con una vaselina exquisita por encima de Rubén.
Ya con el resultado definido, hubo tiempo para que Tamudo, viejo verdugo de los azulgranas a lo largo de la última década, anotara el tanto del consuelo a favor de los madrileños con un gol prácticamente debajo de la portería.
