El bloque parlamentario de la Unidad rechazó"de manera categórica" las acusaciones hechas en cadena de radio y televisión en contra de los diputados Ismael García y Julio Borges, a quienes se calificó como responsables de los hechos de violencia ocurridos en el hemiciclo el martes 30 de abril.
El diputado Miguel Ángel Rodríguez elevó la "voz de alarma" al advertir que "lo que ocurra con ellos (Ismael García y Julio Borges) y con sus familiares es responsabilidad del gobierno nacional".
Desestimó las acusaciones surgidas en las últimas horas de que los parlamentarios de la Unidad no están dispuestos a debatir. "Estamos abiertos al diálogo, pero sin chantajes", expresó.
"Nosotros somos gente de paz, justicia y democracia, pero no vamos a negociar ni un solo milímetro de nuestros derechos como parlamentarios", advirtió Rodríguez.
"Nadie nos va a llamar criminales por exigir que se cumpla la ley", expresó Rodríguez. "Si tocar un pito y una vuvuzela es desestabilizar al gobierno, entonces este gobierno no tiene bases", añadió.
Señaló que los hechos violentos registrados en el Palacio Federal Legislativo han tenido "réplica en diversos consejos legislativos del país". Indicó que en el Consejo Legislativo del estado Bolívar "suspendieron por tres meses a algunos diputados de la Unidad".
Los parlamentarios presentaron varios videos sobre las agresiones que recibieron el pasado martes. Denunció que además de las agresiones directas hubo "intentos de impactar con objetos de vidrio contra el diputado Eduardo Gómez Sigala". Añadió que el parlamentario tuvo que defenderse de al menos cuatro agresores.
Solicitó a la directiva de la Asamblea Nacional a que muestren las imágenes registradas por las cámaras de seguridad del Parlamento "sin editar, sin vulnerar, desde las 5 de la tarde hasta la salida de esa macabra emboscada".
Anunció que enviarán este material al despacho presidencial del Palacio de Miraflores y lo presentarán ante los órganos de justicia. Además, mostrarán las pruebas en los parlamentos internacionales, para dar a conocer lo ocurrido en todo el mundo. "Es un acto gravísimo que no puede quedar en un chiste", manifestó.
