Este lunes, el diario El Nacional publicó que “el fraccionamiento de la hora de alimentación obligatoria para los trabajadores es otro de los vacíos del nuevo reglamento parcial de la Ley Orgánica del Trabajo“.
Por ello, los sindicatos desean que “la media hora extra se incluya al final de la jornada para que los empleados salgan más temprano, y las empresas de producción continúa están forzadas a fijar horarios de trabajos diferentes en cada fábrica porque no reciben instrucciones unánimes de las inspectorías del trabajo”.
El abogado Juan Carlos Varela, gerente general de la firma Littler Mendelson en Venezuela, manifestó al rotativo que “el consultor jurídico del Ministerio del Trabajo necesita aclararle a todo el país cuáles son las reglas para la aplicación del descanso interdiario y qué se interpreta por empresas de trabajo continuo y turnos rotativos”.
Añadió que “el problema es que una inspectoría da un criterio y en otro estado otra inspectoría actúa con un criterio diferente”.
A continuación el texto publicado por el medio:
El fraccionamiento de la hora de alimentación obligatoria para los trabajadores es otro de los vacíos del nuevo reglamento parcial de la Ley Orgánica del Trabajo. Los sindicatos quieren que la media hora extra se incluya al final de la jornada para que los empleados salgan más temprano, y las empresas de producción continúa están forzadas a fijar horarios de trabajos diferentes en cada fábrica porque no reciben instrucciones unánimes de las inspectorías del trabajo.“El consultor jurídico del Ministerio del Trabajo necesita aclararle a todo el país cuáles son las reglas para la aplicación del descanso interdiario y qué se interpreta por empresas de trabajo continuo y turnos rotativos. El problema es que una inspectoría da un criterio y en otro estado otra inspectoría actúa con un criterio diferente”, aseguró el abogado Juan Carlos Varela, gerente general de la firma Littler Mendelson en Venezuela.Varela detalló durante su participación en el foro La Nueva Planificación Estratégica Laboral, que se realizó el 15 de mayo, que el grupo más afectado son las empresas de consumo masivo y manufactureras que no pueden paralizar sus líneas de producción durante una hora completa sino que se ven en la necesidad de otorgarle a los trabajadores dos descansos durante las ocho horas de jornada.“Con toda razón los trabajadores se preguntan por qué a sus compañeros en Zulia, por ejemplo, les aplican un descanso diferente al sistema de Aragua. Eso impide que se lleguen a acuerdos entre los sindicatos y el patrono. Las compañías que tienen actividades en varias zonas del país ahora están forzadas a tener horarios de trabajo diferentes en cada una de sus plantas”, dijo.Incluir la media hora adicional de descanso al final de la jornada, como quieren algunos sindicatos, supone que las líneas de producción deben apagarse una hora antes de lo estipulado y se resta así otro margen al volumen de productividad diario. “Los desacuerdos con el horario de trabajo generan problemas de paralización y problemas de higiene y salud. Entre nuestros clientes esa paralización ronda cerca de 30%, en especial en las fábricas de la región central del país, porque no se han podido acoplar todos los turnos de trabajo”, argumentó Varela.
Por Margaret López
Con información de El Nacional