La Corte Internacional de Justicia de La Haya tiene el contencioso de Perú y Chile como el primer caso por resolver en su lista de fallos pendientes, afirmó el excanciller Eduardo Ferrero Costa, al estimar que la sentencia saldría en la segunda semana de julio.
Según explicó, el tribunal internacional tiene un cronograma de actividades que cumplirá el mes próximo, entre audiencias públicas y sentencias pendientes de emitir.
“Y en primer lugar, la Corte tiene pendiente de resolver el caso de Perú-Chile. Además, tiene varios procesos en trámite y el primero de ellos es la demanda de Australia, apoyada por Nueva Zelanda, contra Japón por un tema vinculado a la caza de ballenas”, indicó.
Agregó que la demanda ballenera entrará a proceso de audiencia oral en las dos primeras semanas de julio, cuyo desarrollo, tal como ocurrió con la fase oral de Perú y Chile, no ocurre todos los días sino de manera intercalada.
El internacionalista refirió que en un espacio libre de esas dos semanas, es posible que la Corte dedique una tarde para hacer pública la sentencia con la presencia de los agentes y abogados de ambos países suramericanos.
De acuerdo a la demanda, Perú pide al tribunal internacional fijar la frontera marítima con Chile por considerar que no ha sido establecida aún en un tratado de límites, mientras el país del sur alega que el tema fue zanjado por los acuerdos pesqueros de 1952 y 1954.
“Prevemos que la Corte dicte sentencia posiblemente en la segunda semana de julio, es decir a partir del 12 aproximadamente, con la posibilidad de que sea en la tercera semana de julio, porque después de las audiencias del caso Australia-Japón, la Corte entra en receso todo agosto, y si no resuelve, lo haría recién en setiembre”, explicó.
Entre las posibilidades de retraso, mencionó que las Naciones Unidas puede formular una opinión consultiva a la Corte, cuyos 15 miembros deben dar prioridad antes que los casos pendientes, o también puede ser que los jueces aún continúen deliberando los términos del fallo.
Ferrero Costa señaló que la fecha de la lectura de la sentencia no será imprevista “ni vendrá de sorpresa” porque la secretaría de la Corte citará públicamente a las partes, una o dos semanas previas a la fecha de esa audiencia.
Durante la audiencia, las partes escuchan la lectura que hace el presidente de la Corte, cuyo texto está redactado en inglés y en francés, que son los idiomas oficiales del tribunal internacional.
“Sin embargo, al igual que se hizo en la audiencia oral, tanto los gobiernos de Chile y Perú en conjunto, están haciendo gestiones para que la lectura de la sentencia también tenga traducción simultánea al español y así la población de ambos países pueda escuchar directamente las palabras del presidente”, detalló.
Finalmente, el exministro de Relaciones Exteriores subrayó que la sentencia tendrá tres características fundamentales: inapelable, definitiva y jurídicamente obligatoria a partir del día en que es emitida.
Según explicó, el tribunal internacional tiene un cronograma de actividades que cumplirá el mes próximo, entre audiencias públicas y sentencias pendientes de emitir.
“Y en primer lugar, la Corte tiene pendiente de resolver el caso de Perú-Chile. Además, tiene varios procesos en trámite y el primero de ellos es la demanda de Australia, apoyada por Nueva Zelanda, contra Japón por un tema vinculado a la caza de ballenas”, indicó.
Agregó que la demanda ballenera entrará a proceso de audiencia oral en las dos primeras semanas de julio, cuyo desarrollo, tal como ocurrió con la fase oral de Perú y Chile, no ocurre todos los días sino de manera intercalada.
El internacionalista refirió que en un espacio libre de esas dos semanas, es posible que la Corte dedique una tarde para hacer pública la sentencia con la presencia de los agentes y abogados de ambos países suramericanos.
De acuerdo a la demanda, Perú pide al tribunal internacional fijar la frontera marítima con Chile por considerar que no ha sido establecida aún en un tratado de límites, mientras el país del sur alega que el tema fue zanjado por los acuerdos pesqueros de 1952 y 1954.
“Prevemos que la Corte dicte sentencia posiblemente en la segunda semana de julio, es decir a partir del 12 aproximadamente, con la posibilidad de que sea en la tercera semana de julio, porque después de las audiencias del caso Australia-Japón, la Corte entra en receso todo agosto, y si no resuelve, lo haría recién en setiembre”, explicó.
Entre las posibilidades de retraso, mencionó que las Naciones Unidas puede formular una opinión consultiva a la Corte, cuyos 15 miembros deben dar prioridad antes que los casos pendientes, o también puede ser que los jueces aún continúen deliberando los términos del fallo.
Ferrero Costa señaló que la fecha de la lectura de la sentencia no será imprevista “ni vendrá de sorpresa” porque la secretaría de la Corte citará públicamente a las partes, una o dos semanas previas a la fecha de esa audiencia.
Durante la audiencia, las partes escuchan la lectura que hace el presidente de la Corte, cuyo texto está redactado en inglés y en francés, que son los idiomas oficiales del tribunal internacional.
“Sin embargo, al igual que se hizo en la audiencia oral, tanto los gobiernos de Chile y Perú en conjunto, están haciendo gestiones para que la lectura de la sentencia también tenga traducción simultánea al español y así la población de ambos países pueda escuchar directamente las palabras del presidente”, detalló.
Finalmente, el exministro de Relaciones Exteriores subrayó que la sentencia tendrá tres características fundamentales: inapelable, definitiva y jurídicamente obligatoria a partir del día en que es emitida.
ANDINA