Los uruguayos contrarios al aborto, despenalizado el año pasado en el país suramericano, acudirán este domingo a las urnas con el objetivo de lograr que se convoque un referéndum sobre la medida, para lo cual deberán obtener el apoyo de un cuarto del padrón electoral, unos 655.000 votos.
A diferencia de lo que sucede habitualmente con los sufragios en Uruguay, en los que el voto es obligatorio, el "acto de adhesión" de hoy (como se denomina legalmente) tiene carácter voluntario y solamente abre la posibilidad de que los ciudadanos diriman la cuestión en una consulta popular que se realizaría en octubre próximo.
Pese a ello ha despertado interés por tratarse de un asunto que causa polarización en la sociedad.
Según una encuesta de Equipos Mori difundida en mayo pasado, un 53 por ciento de la población rechaza la despenalización del aborto y un 44 por ciento la respalda, mientras que otro sondeo realizado por la consultora Cifra ese mismo mes ubicaba esos porcentajes en el 46 y el 44 por ciento, respectivamente.
El viernes culminó la campaña previa a la votación con una veda electoral que impide el proselitismo en la calle, la prensa, la radio y televisión, pero que sin embargo no afecta a las redes sociales, donde sigue el debate debido al vacío legal existente en ese terreno.
Uno de los políticos opositores que lideró la campaña de recogida de las más de 52.000 firmas (el 2 % del padrón electoral) que permitieron la votación de mañana, el diputado del Partido Nacional Pablo Abdala, informó en Twitter la hora y el lugar en el que votará hoy y replicó mensajes de apoyo al sufragio.
El aborto fue despenalizado en octubre de 2012
El aborto fue despenalizado por el Parlamento en octubre de 2012 con el voto mayoritario del oficialismo de izquierdas (Frente Amplio) en medio de críticas no solo de la Iglesia y los sectores conservadores sino también de los proabortistas, que consideraron la ley incompleta pero que, sin embargo, rechazan el acto de hoy.
La normativa despenaliza el aborto hasta la semana 12 de gestación siempre que las mujeres que quieran interrumpir su embarazo comparezcan ante una comisión formada por psicólogos, ginecólogos y trabajadores sociales que las asesoran.
Luego tienen cinco días para reflexionar y por último pueden iniciar si lo desean el procedimiento con su médico en un centro público o privado.
Los abortos que se realizan fuera de este procedimiento siguen siendo ilegales y por tanto penalizados.
Antes de aprobarse la ley, se estimaba que en el país se practicaban más de 30.000 abortos anuales, según cifras oficiales, aunque la realidad podría doblar ese número, de acuerdo con organizaciones no gubernamentales.
La Iglesia exhortó a ciudadanos a votar
En enero pasado, primer mes de aplicación efectiva de la ley, el Ministerio de Salud Pública informó que se realizaron unas 200 interrupciones legales de embarazos.
Sin embargo, el Gobierno todavía no ha facilitado cifras sobre los primeros seis meses de entrada en vigor de esta práctica pese a que estos ya han transcurrido, lo que esta semana despertó la ira de la oposición, que acusa al Ejecutivo de esconder esos números porque podrían favorecer a los partidarios de la votación del domingo.
Los 2.620.772 uruguayos inscritos en el censo electoral podrán acudir este domingo desde las 08.00 hora local (11.00 GMT) a las más de 3.700 mesas electorales para participar en el sufragio, cuyos primeros resultados oficiales podrían difundirse pocas horas después del cierre de los colegios electorales a las 19.30 hora local (22.30 GMT).
La despenalización del aborto fue aprobada por el Frente Amplio en el Parlamento en 2008, pero el presidente Tabaré Vázquez (2005-2010), un oncólogo de profesión que había llevado a la izquierda al poder por primera vez en su historia, decidió vetar la ley porque iba contra sus principios.
Entre las personalidades uruguayas partidarias de la legalización del aborto se encuentran, además del actual gobernante, José Mujica, el expresidente Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000, Partido Colorado), que considera esa práctica "un fracaso, una situación penosa, pero nunca un delito".
La Iglesia uruguaya ha exhortado a los ciudadanos a votar el domingo para que en el país "vuelva a respetarse el derecho a la vida humana desde su concepción".
EFE