Lo Último

.

.

viernes, 21 de junio de 2013

Rousseff sobre las protestas: No pacto con la violencia. Resolveremos los problemas con la paz

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, se pronunció en cadena de radio y televisión este viernes, luego de históricas protestas contra los gastos del Mundial de fútbol y en demanda de mejores servicios públicos en todo el país y advirtió que no pactará con la violencia sino que resolverá la contingencia con paz.
La Mandataria expresó que su Gobierno “está oyendo a las voces democráticas que quieren cambio, a las voces que fueron pacíficamente a las calles (…). No voy a pactar con la violencia; va a ser siempre con paz y democracia que vamos a resolver nuestros problemas”.
No fue fácil llegar adonde llegamos, ni tampoco es fácil llegar a lo que muchas personas desean, tornaremos eso en realidad si fortalecemos la democracia, el poder ciudadano y los poderes de la República”, agregó.
En ese sentido, afirmó que “los manifestantes tienen el derecho y la libertad de cuestionar todo, de proponer y de exigir cambios en la calidad de vida, de defender con pasión sus ideas y propósitos, pero necesitan hacer eso de forma pacífica y ordenada”.
Ante los sucesos, pidió a la población rechazar los hechos provocados por “una minoría” y añadió que no pueden aceptar que estos grupos “violenten el patrimonio público y privado
Rousseff celebró esta mañana una reunión de emergencia con sus principales ministros, según la prensa brasileña, al día siguiente de manifestaciones de más de un millón de personas que degeneraron en caos, violencia o saqueos en varias ciudades.
No hubo declaraciones después de la reunión, y Rousseff no ha comentado aún las protestas del jueves, las mayores en el país en 21 años.
Hartos de la corrupción, de los precios en alza y de los multimillonarios gastos públicos para el Mundial 2014, los manifestantes reclaman más inversiones en salud, educación y transporte.

Nuevas protestas más pequeñas en unas 30 ciudades de Brasil

Un día después de manifestaciones históricas marcadas por hechos de violencia, nuevas protestas que bloquearon vías en Rio de Janeiro y Sao Paulo se realizaban este viernes en una treintena de ciudades brasileñas.
Según imágenes exhibidas por la televisión, un grupo de jóvenes con el rostro cubierto destrozaron una concesionaria automotriz en una avenida del barrio de Barra de Tijuca, al oeste de Rio, y saquearon una tienda de electrodomésticos.
La policía envió refuerzos al lugar y cerró la avenida para el tráfico.
En Sao Paulo, el Movimiento Pase Libre (MPL, por la gratuidad del transporte público), detonador de las movilizaciones hace dos semanas, anunció que no convocará a nuevas protestas en esta metrópoli, a raíz de la participación de activistas que defienden causas conservadoras y de la violencia que el movimiento rechaza, según el diario O Estado de Sao Paulo.En Rio de Janeiro, escenario de la mayor marcha del país el jueves con 300.000 personas, las manifestaciones fueron convocadas en dos sitios, en Barra de Tijuca donde el comercio cerró más temprano, y en Leblon, frente a la casa del gobernador, Sergio Cabral.
En el centro, miembros del movimiento de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgénero (LGBT) protestaban en calma, según la policía, contra la aprobación de un proyecto de ley que prevé un tratamiento psicológico para la “cura” de la homosexualidad.
Otra manifestación tenía lugar en Guarulhos, cerca del aeropuerto internacional, el principal del país.
En Ribeirao Preto, en el estado de Sao Paulo, un grupo se reunió en el lugar donde el jueves murió un joven manifestante atropellado por un vehículo.
En las ciudades de Avaré y Agudos, los estudiantes volvieron a la calle para protestar contra la corrupción y para pedir más inversiones en salud.
En Fortaleza (noreste), la manifestación era contra la construcción de un acuario destinado a atraer turistas, considerado un asunto superfluo por los ciudadanos.En Curitiba (sur), la tercera manifestación de la semana fue convocada para pedir mayor transparencia en las inversiones en transporte.
Más de un millón de manifestantes salió a la calle el jueves en mas de 80 ciudades brasileñas con una gran variedad de demandas por mejores servicios públicos, contra la corrupción política y los enormes gastos públicos para la Copa del Mundo (15.000 millones de dólares) que Brasil acogerá dentro de un año.
Varias manifestaciones derivaron en hechos violentos entre manifestantes y policías al caer la noche.
El movimiento, que representa las mayores protestas en dos décadas en el país, es protagonizado principalmente por jóvenes que rechazan etiquetas políticas.
Con información de AFP.