El papa Francisco visitó un pesebre viviente, con unos 200 figurantes, organizado por los fieles de la parroquia romana de San Alfonso de Ligouri, donde le esperaban numerosas personas, entre ellos cientos de niños con globos blancos y amarillos, los colores de la bandera vaticana.
Después de rezar en privado, el pontífice argentino salió y saludó a las personas discapacitadas, enfermos y niños que le esperaban desde hacía horas.
El papa, que ha oficiado por primera vez en su pontificado la misa de Epifanía en la Basilia de San Pedro y después ha rezado El Ángelus, quiso visitar a los más pequeños de la parroquia el día de la "befana", nombre derivado de la palabra epifanía, que consiste en una anciana que reparte regalos en Italia.
Francisco paseó entre los asistentes y saludó a gran parte de ellos, durante la hora que estuvo en la parroquia romana.
"Termina la Navidad, comienza el año, pero Jesús queda entre nosotros. ¿Creéis en esto?", preguntó el papa Bergoglio a los niños de la parroquia, a lo que éstos respondieron a coro que sí.
"¿Jesús vence al diablo?", preguntó el pontífice, quien, ante la respuesta afirmativa de los niños, sonrió y dijo: "Felicidades a los catequistas".
Dirigiéndose a la comunidad parroquial, señaló: "Os agradezco por la acogida, por vuestro fervor cristiano y por este pesebre viviente que habéis hecho".
Antes de abandonar la parroquia, el papa subió al estrado y dijo a los presentes: "Viva Jesús, viva María, viva José. Muchas gracias y adiós".
EFE