Los retrasos en la liquidación de divisas han hecho que el Gobierno nacional mantenga una deuda de 10 mil 200 millones de dólares (Bs 64 mil 260 millones, al cambio de 6,30) con la industria manufacturera del país. Esta denuncia la hizo el presidente ejecutivo de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), Ismael Pérez Vigil.
La manufactura es la fase en la que se transforma la materia prima, de cualquier sector comercial, en los productos terminados que se distribuyen y se consumen en la nación.
La situación, aseguró, "hará difícil" que esta y otras áreas del sector privado mantengan el ritmo de producción que exigen las necesidades de la ciudadanía.
Advirtió que los proveedores del exterior, eventualmente, suspenderán los envíos al país si no se reconoce el compromiso con el pago de esas importaciones.
"Fueron dólares autorizados por Cadivi, se permitió la importación, llegó a los puertos, se pagaron los impuestos, se nacionalizó la mercancía, se produjeron los artículos e, incluso, se vendieron y se pretende desconocer eso".
Las empresas en territorio venezolano, sostuvo Pérez Vigil, están consumiendo inventario y producen al 100% en la medida en que el Estado provee de divisas. Admitió que se dieron unas entregas de divisas por parte de la extinta Cadivi y que por eso las empresas empezaron con un ritmo superior después de las vacaciones desenvainas.
Lamentó que si no se "activa" la entrega insumos a las empresas (dólares), la economía caerá en un "profundo hueco, mucho más profundo del que vemos en este momento".
Expropiaciones
El factor expropiación -contenido en la recién aprobada Ley Orgánica de Precios Justos como acto sancionatorio- también entró la serie de críticas que hizo el titular de Conindustria, quien exhortó al Ejecutivo nacional a mostrar resultados positivos de las empresas estatizadas hasta ahora.
Y es que insistió en que el método no resuelve el problema de la escasez e inflación en Venezuela. Como punto de referencia, resumió que solo la industria siderúrgica produce apenas una cuarta parte del acero que se generaba antes de formar parte, totalmente, del Estado.
"No se sabe dónde está la producción, la leche y los jugos de Lácteos Los Andes, el aceite Diana, el cemento y las cabillas. El Gobierno ha sido poco exitoso en ese sentido, puesto que la ola de expropiación solo ha traído desánimo (del sector privado), desempleo y menor producción en el país".
