La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, ha detectado recientemente un fuerte movimiento de personas que llegan a Camerún desde la República Centroafricana, Nigeria y Mali, huyendo de la tensión y la violencia en esos países.
Se calcula que en los últimos diez días han arribado cerca de 9.000 desplazados a la ciudad de Kentzou, en el este de Camerún.
Los últimos refugiados procedentes de la República Centroafricana hablaban de intensos enfrentamientos entre milicias musulmanas y cristianas en la capital, Bangui y en otras zonas del país.
Fatoumata Lejeune-Kaba, es la portavoz de ACNUR en Ginebra:
"La mayoría de ellos son musulmanes que temían por sus vidas debido a la percepción de que simpatizaban con el grupo armado Seleka. Las condiciones de vida de estos recién llegados a Camerún son muy precarias y están siendo acogidos por familias pobres o viviendo en estadios, mezquitas o en la calle", explicó la portavoz.
Con la última oleada de desplazados, se calcula que Camerún alberga ya a más de 20.000 refugiados procedentes de la República Centroafricana, donde más de 833.000 personas han tenido que abandonar sus hogares a causa de la violencia.
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