Los franceses están muy mayoritariamente convencidos de que el expresidente conservador Nicolas Sarkozy, oficialmente retirado desde su derrota en 2012 de la política activa y objeto de diversas instrucciones judiciales, se presentará como candidato a un segundo mandato en 2017.
Esta es la principal conclusión de un sondeo publicado hoy por "Le Parisien", según el cual un 71 % de los interrogados cree que concurrirá a los comicios a la Presidencia dentro de tres años, mientras un 27 % lo descarta.
Cuestionados sobre los candidatos de derechas preferidos entre los nombres que más suenan dentro de la Unión por una Mayoría Popular (UMP), el favorito para el conjunto de los franceses es el exprimer ministro y actual alcalde de Burdeos, Alain Jupé (32 %), pero seguido de cerca por Sarkozy (28 %) y muy detrás por el anterior primer ministro, François Fillon (11 %).
Si se pregunta sólo a los simpatizantes de la UMP, Sarkozy es de lejos el favorito: un 68 % querrían que fuera el candidato, frente al 21 % que se decantan por Juppé y el 3 % por Fillon.
El instituto demoscópico BVA hizo notar que un 54 % de las personas consultadas tienen una mala opinión del anterior presidente de la República (cinco puntos más que hace un mes), frente al 45 % que emiten un juicio positivo.
Pese a todo, un 55 % estima que lo habría hecho mejor que el actual jefe de Estado, el socialista François Hollande, si le hubiera ganado en mayo de 2012.
Este sondeo se hace público al término de una semana en la que Sarkozy ha estado en el centro de la actualidad política, en particular por la polémica generada en torno a las escuchas judiciales de las que ha sido objeto en el marco de la instrucción por una posible financiación de su campaña de 2007 con dinero del derrocado y fallecido dirigente libio Muamar el Gadafi.
El expresidente francés, en declaraciones que le atribuye "Le Parisien", subraya que "este asunto refuerza (su) determinación" para volver a presentarse en 2017: "ahora es casi una obligación".
Su problema es el goteo de revelaciones de las investigaciones judiciales que le conciernen, y que constituyen un desafío para su vuelta oficial a la política activa, analiza el diario.EFE
