Solo bastó una hora para que la imagen del uribista Óscar Iván Zuluaga sonriente y confiado por haber ganado la primera vuelta presidencial en Colombia se desvaneciera. En un hotel del centro de Bogotá, sus seguidores intentaban alentar los ánimos y batir camisetas para tratar de tapar una derrota que no se esperaban. Aún así, Zuluaga, acompañado por su mujer Marta Ligia y sus hijos, se mostró agradecido, y habló “sin odios ni rencores”, tras felicitar al presidente Juan Manuel Santos por su victoria. “En esto consiste la democracia”, agregó.
Zuluaga dio un corto discurso donde solo levantó la voz para decir que se sentía muy orgulloso de haber sido el candidato del uribismo y le expresó su mayor agradecimiento a su mentor, el expresidente Álvaro Uribe (2002-10). “Él y su familia no ahorraron esfuerzos físicos para acompañarme en esta lucha”, dijo ante sus seguidores que gritaban “!Zuluaga! !Zuluaga!.
El ahora excandidato presidencial destacó que al haber logrado 7 millones de votos, convierten al Centro Democrático en una nueva alternativa política para Colombia, a pesar de haber enfrentado toda la “maquinaria estatal”. El opositor agregó que la “lucha continúa” y que esa votación les permitirá ser una “una opinión ciudadana que reclama una paz negociada con condiciones, la reivindicación de los campesinos y de cada una de la regiones de Colombia, una voz que tendrá que ser escuchada por el nuevo Gobierno”, agregó.
Poco antes, Zuluaga dejó que Martha Lucía Ramírez, la excandidata presidencial por el partido Conservador que se le adhirió tras la primera vuelta, fuera la que planteara que la campaña “había sido muy desigual” e insistiera en que la negociación con las FARC debe ser con condiciones, “sin reclutamientos de niños, ni atentados terroristas a la población civil”, dijo. Ramírez pidió al presidente que es se expida “un proyecto para el verdadero estatuto de la oposición… para que las reglas sean democráticas y transparentes”.
El tono fuerte lo puso Carlo Holmes Trujillo, su fórmula vicepresidencial, quien aseguró que esos 7 millones de colombianos votaron por una “paz con justicia”, ratificando el ideario uribista que ha pedido una paz sin impunidad. “Votaron en favor de la paz, sin participación en política de los miembros de las FARC, responsables de genocidios y crímenes de guerra. Votaron en favor de conversaciones sin que al mismo tiempo las FARC maten, asesinen y vuelen la infraestructura de Colombia", dijo.
No se puede desconocer que a pesar de su derrota, Zuluaga logró un capital político que lo deja posicionado para el próximo cuatrenio como el principal opositor de Santos y en primera línea para la carrera electoral del 2018, con una bancada que si bien será minoría en el Congreso, con 20 senadores y 16 representantes a la Cámara, tendrá una voz importante en la oposición.
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