Una mujer se acerca al espejo del baño y éste se enciende como por arte de magia. Se convierte en una enorme pantalla en la que, por supuesto, aparece su cara, pero no sólo eso.
Sin tener que tocar nada, el espejo le hace una fotografía y empieza a analizar los rasgos de su rostro. Una mancha en la piel por aquí, una arruga por allá... Y entonces se obra el milagro. Y su cara se transforma en tiempo real y a medida que el espejo le va proponiendo el mejor tono de maquillaje, de pinta labios, de rímmel... La cara de la mujer va cambiando a medida que el sistema le muestra, sobre su propio rostro reflejado, cómo le quedarían unas pestañas postizas, o varias intensidades de rojo en los labios, o unos contornos de ojos más o menos marcados. La mujer puede, incluso, decirle a su espejo si lo que quiere es arreglarse para una fiesta, una cena íntima o una reunión de negocios. Lo cual, por supuesto, requiere de estilos por completo diferentes... Una vez hallada la mejor combinación ( el espejo dispone de un amplio catálogo de productos y marcas), la mujer no tiene más que ponerla en práctica y maquillarse de verdad... Esta es una, sólo una, entre las muchas posibilidades de «casa inteligente» que la firma Panasonic muestra en IFA
este año.
Un hogar táctil
Y es que, más allá de los móviles, los tablets y los televisores, la tecnología está entrando en el hogar de múltiples formas diferentes.Sony, por ejemplo, muestra en su stand unos pequeños cubos blancos que, en realidad, son proyectores y son capaces de convertir cualquier superficie (por ejemplo una mesa o una pared) en una pantalla táctil en la que ver y compartir los contenidos del tablet, el móvil o el ordenador. Es posible ampliar o reducir fotografías, o empujarlas con un sólo dedo de uno al otro extremo de la mesa para mostrárselas a otra persona.
Esos mismos cubos pueden tener, y tienen, diferentes funciones según el lugar de la casa que ocupen, y pueden incluso «hablar» entre ellos para mostrar o coordinar contenidos. O proyectar cada uno algo diferente, como por ejemplo, los cuadros de la última exposición del Museo del Prado directamente en la pared del salónmientras que en el dormitorio se visión a una película. Y todo en alta definición, para que no nos perdamos detalle.ABC