El 22 % de los fallecidos a causa del brote de ébola en Liberia eran menores de 18 años, dijo hoy Sarah Crow, desplazada de Unicef en el país africano, quien denunció que, además, los niños liberianos mueren de enfermedades totalmente evitables como el sarampión.
En una teleconferencia desde Monrovia, Crow definió la situación en el país más afectado por la epidemia como "surrealista".
"Vayas donde vayas, el país está ocupado por la "presencia" del virus y sus consecuencias. Los niños están pagando un precio muy elevado, están asustados y no entienden porque personas vestidas como astronautas se llevan a sus seres queridos. Eso es extremadamente perturbador para ellos".
Crow dijo que se "estima" que el 22 % de los fallecidos en el país eran menores de edad.
La funcionaria internacional explicó que según las mismas estimaciones, del 80 % de fallecidos restante, el 60 % eran mujeres.
Según los últimos datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 6 de setiembre se han contabilizado en Liberia 2.046 contagios, incluidas 1.224 muertes.
De esos 2.046 casos, 1.212 ocurrieron en los últimos 21 días, de los cuales 758 personas murieron.
Crow destacó que, además, muchos de los que enfermaron pero no han muerto están "estigmatizados".
Los huérfanos que han perdido a sus padres también sufren el rechazo de la sociedad que les ve como portadores de la infección o, como mínimo, de mala suerte.
Crow señaló que el 20 % de los huérfanos son menores de dos años, aunque no supo precisar su número total.
Por otra parte, explicó que las campañas de concienciación están comenzado a dar frutos y los niños conocen actualmente el peligro de infección y cómo evitarlo.