El representante especial de Somalia para la ONU, Nicholas Kay, condenó el ataque con coche bomba que estalló el domingo frente a un popular café en Mogadishu, la capital del país. El presidente de Somalia ha confirmado que al menos 13 personas murieron en el atentado.
Kay declaró que el uso de tácticas indiscriminadas contra la población civil es cruel y un crimen despreciable. El representante elogió la respuesta inmediata del personal médico y de seguridad e insistió en que los perpetradores deben ser llevados ante la justicia lo antes posible.
Por el momento, ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque, pero las sospechas apuntan a Shabab, un grupo militante con vínculos a Al Qaeda.
