Siete civiles murieron en un bombardeo de la OTAN perpetrado en la provincia de Paktia, en el este de Afganistán, informó este lunes una fuente oficial.
El ataque tuvo lugar el domingo al mediodía local en la ciudad de Gardiz, capital de Paktia, dijo un portavoz del Gobierno provincial, Mukhlis Afghan.
Cuatro de los fallecidos, entre ellos un niño, pertenecían a la misma familia, mientras que los otros tres procedían de un mismo pueblo, concretó el vicegobernador de Paktia, Abdul Wali Sahi, en declaraciones a la agencia local AIP.
Sahi aseguró que familiares de las víctimas llevaron sus cuerpos a las dependencias gubernamentales en señal de protesta por lo ocurrido.
La misión de la OTAN en Afganistán (ISAF), por su parte, confirmó que las fuerzas internacionales bombardearon ayer en Gardiz una vivienda sospechosa de ser una guarida de insurgentes, dijo a Efe una fuente de la ISAF que prefirió mantenerse en el anonimato.
No obstante, no quiso dar ninguna información sobre las víctimas ocasionadas por el ataque.
Los bombardeos de las fuerzas internacionales resultan muy controvertidos en Afganistán, especialmente por la muerte de civiles.
La organización de derechos humanos Amnistía Internacional denunció recientemente la casi total ausencia de procesos judiciales y búsqueda de responsabilidades entre las tropas de la OTAN implicadas en la muerte de "miles" de civiles en Afganistán.
A finales de agosto, residentes de la provincia oriental de Nuristán se manifestaron en Kabul para protestar por la muerte de 40 civiles en bombardeos de la OTAN a inicios del mes.
El conflicto en el país se halla en uno de sus momentos más sangrientos desde la invasión de Estados Unidos, que propició la caída del régimen talibán hace doce años.
Las tropas internacionales comenzaron en 2011 a retirarse gradualmente y a transferir por fases las competencias de la seguridad al Ejército y a la Policía afganos.
La ISAF concluirá su misión en el país asiático a finales de este año, pero Estados Unidos ha anunciado que mantendrá a unos 9.800 soldados en suelo afgano hasta completar su salida total a finales de 2016.
EFE